Más educación neoliberal
Durante el quinquenio 1995-2000 Carlos Boloña Behr, cuando el programa neoliberal demostraba su fracaso para la solución de los viejos y graves problemas del país, no frenaba la crisis del capitalismo en el Perú, y viendo en el horizonte serios peligros para sus negocios y los de los monopolios extranjeros que se beneficiaron con las privatizaciones, se impacientó y exigió proseguir y profundizar las reformas hasta "completarlas". Trató, inclusive, de ser candidato presidencial para manejar todo el poder en beneficio del más salvaje neoliberalismo; al no lograrlo, se ha visto obligado a volver a las riendas del Ministerio de Economía y Finanzas, timonel del aparato económico-social del Estado.
Las "tesis educativas"
Así como el economista Milton Friedmann le otorga al problema educativo un lugar importante en su propuesta de cambios económicos hacia una economía de libre mercado irrestricta, sus epígonos en América Latina asumen el pragmatismo educativo para los fines del ajuste estructural.
Con aparente naturalidad, los neoliberales periféricos, como Carlos Boloña, asumen las tesis principales que sobre educación han sistematizado los neoliberales centrales: a) la educación como mercancía, la escuela como empresa y la administración educativa como gerencia para producir ganancias o "recursos propios", su preocupación fundamental; b) la inutilidad de la escuela pública y la priorización de la escuela privada; c) la privatización de la educación con la consiguiente destrucción de la profesión docente como carrera pública y los derechos que ello implica; d) la reducción del gasto del Estado en la educación para aumentar la capacidad de pago de la deuda externa; e) el objetivo político ideológico de formar el "capital humano" bajo los parámetros del individualismo al servicio del Estado neoliberal, de la ética pragmática y de la economía de libre mercado.
En una síntesis de las cinco "tesis educativas" neoliberales, encontramos tres aspectos centrales: objetivos económicos, objetivos político-ideológicos y objetivos pedagógicos, tomada la pedagogía como instrumento para viabilizar aquellos, lo que se resuelve en una metodología ad hoc con el nombre de "nuevo enfoque".
La aplicación del modelo prioriza la privatización de la educación y reducción del gasto estatal, sin afectar la formación de la élite cultural-tecnocrática que requieren las clases dominantes para mantener y reproducir el sistema imperante. De la escuela pública pauperizada cada vez más y de la escuela privada de los sectores intermedios de la sociedad sólo les interesa la formación de trabajadores baratos y descartables en el corto plazo: una formación más o menos suficiente para un aparato productivo puesto al servicio de los monopolios.
La reforma educativa neoliberal en curso demuestra, una vez más, la subordinación de la educación al hecho económico-social. Esta relación, que nadie ignora o no debe ignorar, requiere ser tomada en cuenta para el análisis serio de cualquier reforma en el ámbito de la cultura y la educación.
* ¿Qué esperamos?
Con el mismo régimen gubernamental, el regreso de Boloña y la presencia del ministro Federico Salas en Educación, nada importante ni beneficioso para la educación peruana podemos esperar. El régimen continuará aplicando las orientaciones del Banco Mundial en la adecuación administrativa y curricular. La presencia de Carlos Boloña pondrá nuevamente en el primer plano la privatización de la educación y el ahorro del gasto, con una mayor pauperización de los maestros en todos los niveles. El ministro Federico Salas en Educación constituye la repetición de lo que fueron sus antecesores, con la excepción de Gloria Helfer (que se vio obligada a renunciar): simples funcionarios para cubrir las espaldas de los pagadores de la deuda externa.
El fujimorismo, en esta etapa, acentuará su autoritarismo con características fascistoides. Propiciará una mayor polarización como estrategia para arrinconar a toda oposición. No ha impuesto la ilegal y fraudulenta segunda reelección para "dialogar" y "buscar consensos". Es la fuerza del capital la que ha triunfado, como lo demuestra el pragmatismo del gobierno norteamericano al pasar de una "actitud crítica" y "dura" a una posición de apoyo al continuismo dictatorial y neoliberal.
En educación no será diferente. Las construcciones escolares, la distribución de computadoras, los desayunos escolares, la caótica "capacitación" de maestros y los "concursos públicos" para nombramientos parciales seguirán como taparrabos de una reforma educativa cuyo fracaso se ha comenzado a percibir desde el quinquenio anterior.
La lucha por la democratización del país constituye una de las tareas fundamentales de la gran mayoría de los peruanos; es decir, la derrota de la dictadura y el neoliberalismo; impedir la conversión del país en un escenario fascista. Esta lucha abarca, desde luego, el ámbito educativo, en el que hay una rica experiencia de resistencia activa durante toda la década de los 90 a las políticas privatizadoras antipopulares y antimagisteriales.
Quedan en pie la resistencia activa, la defensa de la escuela pública, la lucha por el derecho a la educación gratuita y los derechos de los maestros. En el plano programático, como aspecto medular frente a la reforma educativa neoliberal, no queda más que persistir en levantar un nuevo proyecto educativo que, al decir del Dr. Walter Peñaloza Ramella, tiene bases importantes en las alternativas formuladas por el Sutep y Foro Educativo.
Debe quedar claro que con el neoliberalismo no habrá nueva educación ni posibilidades para la reconquista de los derechos magisteriales. Se requiere un movimiento político y social de gran envergadura para revertir esta situación, un gobierno democrático. Los trabajadores y el pueblo sabrán hacerlo.
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