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sábado, 22 de noviembre de 2025

SOBRE LA HUELGA DEL SUTEP DEL 5 DE SETIEMBRE DEL 2012

A los 40 años del SUTEP los maestros peruanos siguen luchando

EL sábado pasado, 18 de agosto, el Sindicato Único de los Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) ha decidido iniciar una nueva huelga nacional indefinida a partir del próximo 5 de setiembre.

Una larga historia de heroica lucha

Quién no conoce la historia de la lucha de los maestros en América Latina, como lo demostró José Carlos Mariátegui en su libro “Temas de Educación” al mencionar y valorar el esfuerzo reivindicativo de los maestros chilenos, argentinos y uruguayos, pioneros en la organización sindical de los profesores latinoamericanos cuya lucha por sus derechos laborales estaba unida a la lucha por la transformación social y por una nueva educación, en momentos en que la vanguardia socialista impulsaba la lucha de los trabajadores. Desde los albores de las luchas sociales en nuestros `pueblos latinoamericanos, pues, ha sido la izquierda la impulsora de ellas, no la derecha, que siempre ha estado comprometida con el atraso económico y social y con la conservación de las estructuras de dominación, desigualdad e injusticia, la que para encubrir su papel conservador ha solido y suele acusar a los izquierdistas de “manipuladores” de las masas, pero, cuando ha podido, esa derecha ha utilizado a los maestros para sus fines electorales al servicio de la dominación oligárquica.

Desde la década de los años 60 del siglo XX los maestros latinoamericanos emprendieron un proceso de organizaciónl para fundar sindicatos únicos de tendencia clasista , pues el sindicalismo “libre” exportada desde Estados Unidos había convertido a los gremios de trabajadores en simples instrumentos de pasividad sindical para favorecer a las clases dominantes, hecho que se dio también en los gremios magisteriales, donde había más de un sindicato, fragmentación que impedía la lucha unitaria por sus derechos. Esa experiencia lo conocimos en el Perú de aquella década.

El movimiento de unificación del magisterio de las décadas de los 60 y los 70 fue continental, incluso mundial. En ese contexto surgieron los nuevos sindicatos magisteriales en Argentina, Brasil, Ecuador, Honduras, Colombia, etc.

En el Perú se fundó el SUTEP día 6 de julio de 1972 en un Congreso Nacional que por primera vez en nuestro decidió dotar a los maestros de una organización de unidad clasista, con un Pliego de Reclamos que reclamaba los derechos fundamentales: un sueldo básico para todos los maestros, su estabilidad laboral, el derecho irrestricto a su organización sindical y a la huelga, pero también el derecho a proponer políticas educativas para cambiar el caduco sistema educativo. Uno de los aportes más significativos del SUTEP, desde su fundación, es su presencia en las luchas del pueblo peruano, participando activamente en la fundación de los Frentes de Defensa de los Intereses del Pueblo (FEDIP), una relación fluida de los maestros con los sectores explotados de nuestro país, relación que para la derecha es, casi, un “delito” y una “ofensa” contra la vieja concepción que define al maestro como un “apóstol” pasivo e inclinado frente al poder de turno. No es casual que el filósofo Luis Felipe Alarco, cuando fue Ministro de Educación en 1980, dijo que durante los 12 años de la dictadura militar de 1968-1980 fue el SUTEP el que había salvado la dignidad nacional. Le costó el cargo, pero decía la verdad. En estos años se sigue escuchando y leyendo opiniones que tratan de negar a los maestros el derecho de participación en la vida política del país, idea oscurantista que tiñe también el proyecto de reforma de la ley magisterial que el gobierno “nacionalista” ha puesto en manos del Congreso de la República.

Hasta hoy son nueve huelgas protagonizadas por el SUTEP, decenas de paros y movilizaciones, muchos de ellos en unidad con los demás sindicatos y los Frentes de Defensa. La lucha contra el fujimontesinismo tuvo en el SUTEP uno de los factores más importantes, especialmente en la lucha contra su reforma educativa neoliberal, madre de la política magisterial de los tres primeros gobiernos de este siglo XX y que el actual se empecina en perpetuar. Aunque se pretenda ocultar, el SUTEP jugó un rol movilizador contra la Constitución fujimontesinista que se impuso a través del fraudulento Referéndum del 31 de octubre de 1993, defendida hoy, sin ninguna vergüenza, por los posteriores gobernantes.

¿Cómo han respondido las clases dominantes y sus voceros oficiales y oficiosos a la lucha del SUTEP? En una primera etapa, negando las justas exigencias de los maestros y reprimiendo a los dirigentes con cárceles, juicios, maltratos físicos y destituciones del trabajo. Al arribar el neoliberalismo y su reforma educativa a la chilena, empezaron a esgrimir la mentira de que el SUTEP y los maestros son los culpables de la crisis educativa, argumento con el cual han llegado a embaucar a no pocos padres de familia, periodistas ignorantes y/o venales, así como a tantos “expertos” en educación. Para los negociantes de la educación privada este argumento es el mejor recurso para seguir expandiendo ese vil negocio. Al mismo tiempo, la derecha acusó también al SUTEP por su falta de propuesta educativa, pero cuando el sindicato presentó su proyecto educativo al Parlamento fujimorista (1994) y nuevamente en el año 2002, esa derecha se negó a discutir las propuestas, tal como está haciendo en estos momentos con el Proyecto de Ley Magisterial presentado al Parlamento actual por el sindicato.

En esta larga lucha el factor interno que siempre jugó un papel disociador y hasta favorable a la acción divisionista de los gobiernos y sus fines antisindicales fue Sendero Luminoso. Su acción divisionista se percibe mejor en estos momentos cuando inicia una “huelga nacional” en nombre pero al margen del sindicato, levantando las reivindicaciones contra las cuales se pronunciaba en el pasado. Su “huelga nacional” fue tan “contundente” que se está desmoronando al margen de los “iluminados dirigentes”, quienes están dispuestos a firmar actas en las cuales los funcionarios del gobierno les prometan “conversar después”. En cuanto se enteraron del próximo inicio de la huelga indefinida del SUTEP, los senderistas vienen declarando que la suspensión de su "huelga nacional” es “temporal”, como si el regreso a clases de los maestros involucrados en esa irresponsable aventura hubiese sido el resultado de algún evento deliberativo de su organismo supuestamente sindical, el CONARE, fachada del MOVADEF, fachada política, a su vez, de Sendero Luminoso.

Una huelga justa

En condiciones muy especiales la huelga programada para el 5 de setiembre será una lucha que requiere el máximo acatamiento y la unidad más férrea en torno a la dirigencia nacional y su Comité Nacional de Lucha.

Requiere el apoyo de los demás sindicatos, de los padres de familia, de los estudiantes y de las fuerzas políticas de izquierda y progresistas, pues la derecha neoliberal está dispuesta a cerrar filas para la defensa de la política magisterial neoliberal que propicia ahorro fiscal con el argumento tecnocrático y productivista de la “meritocracia”. Esa derecha neoliberal se unifica hoy en torno al gobierno del Presidente Ollanta Humala y su Ministro de Economía Luis Castilla, funcionario made in USA-Banco Mundial, funcionario quien podría estar en el mismo cargo con el gobierno español de Rajoy, en esa España donde los derechos de los maestros y el derecho mismo a la educación siguen recortándose para cumplir con las exigencias de los banqueros europeos y estadounidenses.

La derecha neoliberal está dispuesta a derrotar el movimiento magisterial del SUTEP. Como lo insinuó el único intelectual aprista, camuflado en La República, esa derecha prefiere un SUTEP en manos de Sendero Luminoso, pues no duraría ni un año para desaparecer. Por su parte, el APRA busca derrotar al SUTEP para generar otro sindicato, dócil al neoliberalismo que ese partido defiende hoy con vehemencia, dando un primer paso con la conformación de un segmento magisterial “privilegiado” a través de su Ley de Carrera Pública Magisterial 2007).

Será, pues, una lucha compleja, difícil, pero también definitoria del futuro desarrollo del SUTEP, mucho mejor con la conquista de una nueva Ley Magisterial que recupere los derechos de los docentes y siente las bases para el ejercicio de la docencia en mejores condiciones materiales y espirituales, en las cuales la llamada “meritocracia” no solamente sobra, sino que es un factor que profundizará aún más la crisis de la educación peruana.

La huelga que se iniciará el 5 de setiembre es justa y razonable. Justa porque el diálogo con el gobierno ha sido un engaño por parte del gobierno, de manera que a los maestros no les queda otra alternativa que recurrir a otras formas de lucha. Razonable, porque las exigencias del SUTEP responden a las necesidades reivindicativas de los maestros peruanos, aspiraciones postergadas y sustituidas por medidas contrarias a los derechos conquistados en tantos años de lucha; y porque el contenido de la Ley de Reforma es, simplemente, un clon de la Ley de Carrera Pública Magisterial vapuleada por la mayoría de los docentes.

Como para demostrar mejor el contenido neoliberal del proyecto del gobierno, uno de los altos burócratas del Ministerio de Educación, el Viceministro de Gestión Pedagógica, Martín Vegas, está garantizando pensión jubilatoria del 60% de la remuneración mensual; es decir, no hay, según la nueva ley, pensión digna para los maestros que se jubilan, como no hay estabilidad laboral. En el colmo de la burla contra los maestros, considera como un gran aumento los 100 soles que ofrece el gobierno para todos los maestros, cuando el costo de la canasta básica bordea los 2000 soles. Para los gobernantes actuales los maestros pueden trabajar con un salario equivalente a cuatro almuerzos de un alto burócrata. Martín Vegas, como se sabe, viene de Foro Educativo, una ONG que siempre ha ponderado su papel en la generación de un proyecto educativo que permita mejorar la educación peruana. La Ministra de Educación viene también de esa cantera, así como la mayoría de los miembros del Consejo Educativo Nacional; y del Consorcio de Educadores Católicos. En suma: la educación privada orientando a la educación pública.

¡Es demagogia pura hablar todos los días de logros en el aprendizaje manteniendo una política magisterial contraria a las necesidades reales de los maestros!

Esta contradicción indigna a los maestros peruanos y convierte en justa y razonable la huelga indefinida que iniciarán el 5 de setiembre.

¡Honor a los mártires del magisterio peruano asesinados por el Estado y por Sendero Luminoso!

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Lima, 22 de agosto del 2012
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lunes, 18 de agosto de 2025

Opiniones sobre Chomsky y los colegios emblemàticos (2006)

.  Primero sobre opiniones sobre Chomsky y los colegios emblemàticos 

CHOMSKY  1.   Filosòficamente Chomsky es un racionalista que valora el conocimiento científico despojado de toda matafísica, en crítica permanente de la estructura del conocimiento físico-matemàtico que construye su teoría del mundo físico desde pocas evidencias empíricas. 

  2.  Su pensamiento político sigue el camino de la crìtica radical al sistema estadounidense en cuanto autoritarismo y afàn de dominio mundial, sus estructuras verticales y antidaemocráticas que, sin embargo, podrían ser cambiadas si se aplica una propuesta colectiva sin el liderazgo de persona alguna, sin el lìder, lo colectivo como instancia de decisiones, sin indicar cómo serìa ese ejercicio colectivo para cambiar el sistema.  Aquì radica su anarquismo "antiautoritario". 

3.   De ese antiautoritarismo casi espntaneísta (el colectivo sin líder) se deduce que sólo sequeda en la crítica del sistema, en el antisistema propio del anarquismo màs radical.  Muy poco critica al capitalismo como sistema de explotaciòn, quedàndose en las formas polìticas del dominio capitalista.  El "Estado fallido" es el Estado polìtico, no el Estado capitalista con su estructura económica y social en su conjunto.

4.  Chomsky es un pensador liberal radical, anarquista polìtico pero incapaz de proponer un sistema diferente al capitalista.  Su radicalidad se agota en la crítica al sistema antidemocràtico de los EEUU y de los demàs paìses bajo su òrbita.  Por lo tanto, Chomsky no es marxista, no es socialista. 

5.  Sin embargo es un intelectual ligado a las luchas anticapitalistas, un hombre comprometido con los oprimidos.  Està en el campo de ese espectro de la izquierda màs amplia como luchador progresista.

COLEGIOS EMBLEMATICOS

1.   Es una denominación que busca la creaciòn de modelos de competencia en el marco del PEI y su demagógico contenido de la "excelencia", tratando de generar en el profesorado un espìritu de trabajo màs sacrificado en las condiciones materiales disminuidas que el neoliberalismo impone a la educaciòn pùblica. 

2.   A la larga, constituye un proyecto disgregador de la escuela pùblica, entre escuelas de "mayor nivel pedagògico" y otras que alcanzaràn ese nivel posteriormente, en lugar de desarrollar un proyecto educativo integral que transforme todo el sistema educativo en lugar de la gradualidad que suponem los planes pilotos y los colegios emblemàticos. 

3.   En consecuencia, debemos levantar nuestra propuesta integral de nueva educaciòn sin diferencias en el nivel de rendimiento en cada nivel educativo.

4.   Es una propuesta demagògica porque no encierra ninguna renovaciòn de la educaciòn pùblica ni toca la presencia privilegiada de la educaciòn privada, el paralelismo educativo entre lo privado y lo pùblico. 

Ojalà que estas opiniones sirvan de algo.  

Saludos dePepe Ramos.

21-11-2006
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viernes, 8 de noviembre de 2024

Develación del busto de José Ramos Bosmediano y conferencia de Rolando Breña Pantoja, ex senador de la República

Justo reconocimiento al maestro José Ramos Bosmediano, ex Secretario General del glorioso SUTEP. A los 12 años de su sensible desparición física los maestros develan el busco del maestro José Ramos en su local sindical, en Camaná 550, Lima.

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SUTEP: José Ramos Bosmediano, ¡presente!

José Ramos Bosmediano, destacado docente e incansable luchador por los derechos del magisterio, desde aquí un saludo de las bases sutepistas.

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sábado, 19 de agosto de 2023

SOBRE EL COLEGIO DE PROFESORES DEL PERU: VOTO EN CONTRA - 2008

José Ramos Bosmediano, miembro investigador de la Red Social para la Escuela Pública en América, ex Secretario General del SUTEP Cuando la situación legal de las dirigencias que se disputan la conducción del Colegio de Profesores del Perú no ha sido aún definida por el Poder Judicial al cual recurrieron reclamando su correspondiente legalidad, desde el 2007 la supuesta dirigencia encabezada por el Profesor Carlos Gallardo viene realizando “elecciones” para que los maestros elijan a los decanos y demás componentes de de su consejo directivo en cada una de las regiones. Sin más lógica que el afán de asumir un cargo en el discutible Colegio de Profesores del Perú, algunos docentes han asumido la ilegal e ilegítima convocatoria, pretendiendo sorprender a los demás maestros con una institución que realmente, desde el punto de vista institucional, no existe y, por consiguiente, toda elección carecerá de efectos legales, como viene ocurriendo con el “Colegio de Profesores de Lima”, “elegido” en el 2007 y cuya “decanatura” ha sido otorgada al Profesor Jorge Ruiz Tejedo, no precisamente del grupo político del MDM de Carlos Gallardo ni del de Patria Roja de Soledad Lozano. Pero ahí está él sin arte ni parte en los quehaceres del magisterio y educación nacionales. No es posible comprender la ubicación y el papel del Colegio de Profesores del Perú, que desde el segundo gobierno de don Fernando Belaúnde Terry se pretendió imponer a los maestros sobre la base de lo establecido por la Constitución Política de 1979 y también por la de 1993, sin considerar los orígenes y aplicación de una institución como son los colegios profesionales. Sus orígenes, en la Edad Media, se encuentran en las corporaciones de artesanos para el ejercicio del oficio correspondiente. Al surgir las profesiones denominadas liberales en el mundo moderno capitalista y bajo el imperio del libre mercado, médicos y abogados, principalmente, debieron de organizarse en Colegios para ejercer su profesión y cobrar sus honorarios. A estos profesionales se fueron agregando otros como los ingenieros, contadores públicos, etc., obligados también a garantizar su idoneidad profesional y el cobro de honorarios, lo que significaba para el Estado el cobro de impuestos. No olvidemos que durante el Virreinato español en América Latina se creó, en pleno siglo XVIII, el Colegio de Abogados. En el siglo XX hubo estados que obligaron a crear Colegios de Profesores, como en Costa Rica, Canadá, Honduras, con un criterio estrictamente profesionalista, de orientación supuestamente académica para propiciar la superación profesional de los maestros. No es casual que en Honduras los maestros fueron obligados a organizarse en el Colegio de Profesores Superación Magisterial de Honduras (COLPROSUMAH), que nunca significó tal cosa, razón por la cual, durante la década de los 70, los maestros hondureños lo convirtieron en una organización sindical, adecuando su Estatuto para los fines de la defensa de los derechos del magisterio hondureño. En Canadá el Colegio de Profesores es un adorno, pues solamente se dedica a refrendar los títulos de profesor que otorgan las universidades como requisito para que sea nombrado en una plaza docente, cobrando una cuota mensual a cada maestro sin beneficio alguno para éste; Por la inutilidad del Colegio los docentes canadienses tienen su Federación sindical. Igual ha ocurrido en Costa Rica, donde el Colegio ha quedado en el recuerdo y los maestros costarricenses se han organizado en sus sindicatos, tanto de educación básica como de superior. ¿Y en Chile? Desde que los maestros comenzaron su lucha se organizaron en la Asociación General de Profesores de Chile, desde principios del siglo XX, glorioso sindicato que Pinochet reprimió y disolvió a punta de bala, creando el Colegio de Profesores de Chile y obligando a los maestros a filiarse a las AFP, modelo neoliberal de privatización de la seguridad social que copió el fujimorismo en el Perú. Sin embargo, los maestros chilenos supieron convertir al Colegio en un verdadero sindicato, aun sin cambiarlo de nombre como en Honduras. No es verdad, pues, como dijeron ciertos funcionarios y hasta algunos dirigentes magisteriales, que en toda América Latina y hasta en Europa funcionan los colegios de profesores con “exitosos resultados”. Es al revés, todos los maestros del mundo tienen sus sindicatos, afiliados a la Internacional de la Educación y no sus colegios de profesores. En México hay un Colegio, el Colegio de México, pero no tiene nada que ver con lo que estamos hablando, sino con una entidad de intelectuales que se dedica a la investigación y la difusión de la cultura. El SUTEP, a partir de la referencia anterior y del análisis de los supuestos fines y objetivos de los colegios profesionales, consideró inútil la creación del Colegio de Profesores y, si por razones de fuerza el Estado lo impusiera, se tendría que participar para impedir que sea utilizado como instrumento de debilitamiento y destrucción del sindicato. Esta decisión fue adoptada en el IV Congreso Nacional Ordinario del SUTEP realizado en Chiclayo en 1984. Desde entonces, todos los gobiernos de los 80 y 90 pretendieron imponer el Colegio, sin lograrlo. Hasta que el gobierno de Toledo, a través de un Parlamento tan inútil como el actual, lo logró, obligando a los maestros a colegiarse para ejercer la docencia. No es, pues, una institución buscada y querida por los maestros, sino impuesta por las necesidades del neoliberalismo, pretendiendo crear en los maestros la engañosa sensación de “superación” profesional y social, superación que no ha ocurrido en ningún país donde hubo el tal Colegio. Si se leen bien los fines y objetivos del Colegio de Profesores del Perú, establecidos en su Estatuto, que además ha sido redactado por el Ministerio de Educación y no por los maestros, encontramos los más ingenuos postulados de la elevación de la calidad de la educación, del ejercicio probo de la docencia, de la superación profesional permanente de los maestros, agregando, para burlarse más, de las posibilidades de superación material y espiritual del profesorado a través de instituciones financieras y de otra índole. Es decir, en el Perú, el Colegio de Profesores podrá generar los más divinos resultados, no logrados por sus homólogos en otros países, y que no los tienen, además, los colegios profesionales de médicos, abogados, etc., en nuestro propio país. Si todos esos fines y objetivos fueran cumplidos por la presencia de los colegios profesionales, hace tiempo que en el Perú no tuviéramos los problemas de la salud, de la administración de justicia, de la producción y comercialización de fármacos bamba, de la administración de justicia, por ejemplo. Quienes han realizado tanta propaganda para la creación del Colegio de Profesores no podrán demostrar, sin embargo, las virtudes que señalan para esta institución. Por eso es bueno señalar los objetivos reales de su imposición: a) convertir al Colegio en el único organismo de representatividad de los maestros, anulando el papel del sindicato (SUTEP); b) trasladar hacia los maestros, vía el Colegio de Profesores, la exclusiva responsabilidad de los problemas no resueltos de la educación, que no se resolverán ni con cien años de existencia del Colegio; c) responsabilizar a los maestros, a través de su Colegio de Profesores, de su bienestar material, librando al Estado de esa responsabilidad; d) crear en el magisterio peruano un espíritu reacio a reclamar del Estado sus derechos y reivindicaciones concretas, pues su tarea de superación profesional es la única digna de ser tenida en cuenta. ¿Para qué reclamar al Estado si el Colegio puede otorgar a los maestros mejores ingresos? Causa extrañeza que habiendo razones históricas, profesionales y sociales para advertir a los maestros de la farsa de la colegiatura, haya quienes, en estos momentos, sigan quitándose una institución que ha demostrado su inutilidad y su propósito perverso de paralelizar al sindicato. Lo curioso es que en ambos polos de la contienda se escucha y se lee un grito similar: “colegio democrático, representativo para una educación de calidad y la superación profesional de los maestros”. Con todos los objetivos políticos que se puedan esgrimir para intervenir, en estas nuevas circunstancias, en la dirección del Colegio de Profesores, es una inconsecuencia que se oculte, en el debate, los verdaderos objetivos del neoliberalismo, y se soslaye el verdadero significado del Colegio de Profesores. Esta inconsecuencia se nota mejor cuando hay un debilitamiento de la dirección nacional del gremio, de una parte; de la otra, un afán oportunista de copar un espacio que se enfrente al SUTEP con objetivos políticos y de manejo económico, desde posiciones antigremiales y de defensa de una reforma educativa neoliberal. Hay quienes dividen el trabajo organizativo de los maestros en dos aspectos supuestamente diferentes y hasta contradictorios: el SUTEP con su lucha reivindicativa y el Colegio con su trabajo profesional académico. Una división del trabajo que toda ala experiencia internacional desmiente. Cuando el Poder Judicial determine, finalmente, cuál es la situación jurídica de ambas partes en la disputa por el Decanato Nacional del CPPe, ambos habrán perdido su oportunidad y habrá una nueva convocatoria. Hasta entonces, los maestros peruanos deben haber superado los problemas organizativos del sindicato, lograr su fortalecimiento y su más amplia unidad; pero también retomar su lucha pedagógica por el proyecto de nueva educación en el Perú a partir de las propuestas sistematizadas en 1992. Una campaña de esclarecimiento se vuelve urgente. Considerando la existencia de un número considerable de maestros jóvenes formados en medios académicos que han privilegiado los aspectos meramente didácticos de la pedagogía, incluyendo el adiestramiento en “marketing educativo”, descuidando los fundamentos históricos, filosóficos, sociológicos, antropológicos, políticos, se requiere un trabajo permanente de formación pedagógico-sindical. No hacerlo significará otorgar al neoliberalismo el camino más fácil para seguir tergiversando la conciencia de clase de los maestros peruanos para forjar las bases de una nueva educación en el Perú. Para este trabajo no se necesita ningún Colegio de Profesores, sino un sindicato que funcione como tal y asuma el trabajo programático, al tiempo que defiende los derechos de sus afiliados y los del pueblo peruano. Iquitos, 30 de marzo del 2008
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Gracias maestro!

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NUEVO CONSEJO DE EDUCACION Y FIESTA PRIVATIZADORA

José Ramos Bosmediano, miembro investigador de la Red Social para la escuela Pública en América, ex Secretario General del SUTEP



Mientras el Parlamento peruano estaba tratando de discutir una nueva estructura del Consejo Nacional de Educación, el Poder Ejecutivo, el primer poder del Estado en el Perú después de la muerte de Haya de la Torre, ya había elegido a los nuevos integrantes del Consejo Nacional de Educación, con el agravante de que el mismo ministro José Antonio Chang, autor de la "genial" idea del tercio superior, haya enviado al Legislativo un proyecto que le convertiría, si fuera aprobado, en el Presidente del CNE, considerando, además, que los consejeros actúan colegiadamente y ejercen sus funciones con plena autonomía y están prohibidos de actuar individualmente (cita de Constantino Carvallo, en Prohibidos, La República, 29/03/2008, p. 18). Aun cuando esta trapacería jurídico-administrativa no sea aprobada por el Pleno del Congreso, la situación del nuevo CNE no variará respecto a lo que fue el anterior: al final, las medidas fundamentales para seguir manteniendo la reforma educativa dejada por el fujimorismo las ha tomado y aplicado el Ejecutivo sin la intervención de los consejeros, quienes, en el mejor de los casos, solo se han pronunciado recordar que hay un PEN y un mandato para mejorar el presupuesto educativo.


Tanto los consejeros como algunos intelectuales y académicos han venido ponderando el accionar del Consejo Nacional Educativo cuyo mandato feneció el 22 del presente, con el argumento de haber "entregado al país" un PEN que, de aplicarse, la crisis de la educación estaría superada… en el 2021, sin tener en cuenta que el contenido de ese proyecto es casi el mismo del que dejara el Gobierno de Transición del 2000-2001 con el título de Acuerdo Nacional por la Educación; y sin considerar, principalmente, que el verdadero proyecto educativo neoliberal vigente tiene su base legal en la Ley General de Educación 28044, con cuyo contenido los consejeros están de acuerdo. De manera que el PEN, ahora del gobierno aprista, no pasa de ser un conjunto de buenas intenciones que no colisiona con la reforma educativa neoliberal.


En cuanto se conformó el nuevo CNE, uno de sus miembros reelectos, el señor León Trahtemberg, a través del informativo virtual EDUCACION AL DIA, edición del viernes 28 de este mes, retomó su vieja propuesta de conformar una especie de élite magisterial partiendo de la selección de los cinco mil mejores maestros, que podrán seguir aumentando hasta formar una "masa crítica" que garantizaría los mejores logros para superar la crisis. Esta propuesta, que viene de los 90, ya lo había hecho saber al fujimorismo, sin mayor fortuna. Hoy vuelve a lo mismo seguro de que los nuevos consejeros le apoyarán y el Ministro Chang podrá revivir su tercio superior para seleccionar a los mejores maestros.


Trahtemberg avanza más y plantea que los nuevos capacitadores de maestros deben ser seleccionados desde las universidades privadas, nada menos, desbocando su concepción privatizadora de la educación que durante el fujimorismo no tuvo reparos en mostrar cuando aconsejaba al régimen cómo poner en marcha su reforma neoliberal y cómo deshacerse de los maestros en actividad. Sintiéndose como dueño de la situación y sin asumir responsabilidades, como consejero que es y ha sido, del actual caos educativo creado por la evaluación reciente de los maestros, propone que el negocio de la educación es la única alternativa. Desde ya hay que imaginarse el nuevo escenario de la educación en manos de unos miles de maestros que estarían a la cabeza de la gran masa magisterial que para los neoliberales no sirven para nada. No nos olvidamos del papel que cumplieron los reformadores de la década de los 70, seleccionados entre los "mejores profesores" de aquellos tiempos, cuyo trabajo no repercutió positivamente en la educación peruana.


Como no tenemos "maestros de calidad", Trahtemberg propone recurrir a otros especialistas, académicos, técnicos, etc., para que sean ellos los nuevos abanderados de una reforma que consistiría en preparar maestros en técnicas de lecto-escritura y de conocimientos matemáticos, apelando incluso a los profesores de las academias pre-universitarias, todas privadas. El "experto" sionista no ha podido encontrar mejor momento que éste de mayor caos e incertidumbre para entregar su vieja propuesta privatizadora. Su concepción de capacitación magisterial es demasiado estrecha.


Cual mandarín criollo, enfila hoy sus sables hacia todas las facultades de educación y todos los institutos pedagógicos para cerrarlos "inmediatamente". Como no puede defender abiertamente a las facultades de educación de las universidades privadas ni a los institutos pedagógicos privados, no le queda más que proponer liquidar las facultades de educación e institutos pedagógicos en su totalidad.


Si este supuesto defensor de la educación del pueblo peruano sería consecuente, empezaría por solicitar la derogatoria del DL 882, impuesto por la dictadura fujimorista en 1996, que precisamente estableció la más amplia libertad y las garantías del Estado para la creación y funcionamiento de centros de educación superior privados, propiciando así la inversión privada en el negocio educativo. Como antiguo consejero oficioso no se interesó por las consecuencias que traería esa aventura privatizadora para la formación docente y para la creación de un mercado más barato de maestros, tanto para el Estado como para los negociantes de la educación, incluyendo a los dueños de los centros de educación por convenio, que hoy vienen exigiendo que se respete su plana docente con la permanencia de maestros que en la reciente evaluación han obtenido ocho o menos. ¿No se da cuenta de estos hechos el "experto" León Trahtemberg? Su propuesta, pues, encubre sus responsabilidades como consejero y como uno de los que más ha denigrado de los maestros peruanos y de su sindicato, el SUTEP.


La fiesta privatizadora que muchos vivieron con el fujimorismo renace hoy con el gobierno aprista. La educación es uno de sus filones, con un remanente importante para ser utilizado en todos los niveles educativos, pero con mayor rentabilidad en la educación superior a través de la apertura del comercio de servicios que contempla el TLC con los Estados Unidos.


¿Hay, realmente, algún viso de propósito sincero por la solución de la crisis de la educación peruana y, en particular, de mejorar la escuela pública en el Perú, por parte de los actuales gobernantes y de sus "expertos" como León Trahtemberg? Su evaluación sesgada del problema educativo y sus propuestas empírico-pragmatistas conducen a elitizar más la educación peruana. En este contexto, el Consejo Educativo Nacional sobra.


Iquitos, marzo 29 del 2008


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