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miércoles, 30 de abril de 2014

DESDE EL ECUADOR FELICITAN PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE JOSE RAMOS BOSMEDIANO

Sonia Guadalupe Martinez

BorrarSonia Guadalupe Martinez FELICITACIONES PARA MI GRAN AMIGO JOSE RAMOS BOSMEDIANO Y A TODOS

  • Alberto Medina Fernández

    Alberto Medina Fernández El Prof. José Ramos Bosmediano , ex Secretario General del glorioso SUTEP falleció el 24 de diciembre del 2012.

  • Sonia Guadalupe Martinez

    Sonia Guadalupe Martinez LAMENTO MUCHO PERO CON EL TUVIMOS UNA LINDA AMISTAD COMO DOCENTE QUE SOY Y LA ULTIMA VEZ LO VI ACÁ EN ECUADOR EN EL AÑO 2009 POR DOS VECES EL ESTABA DE VISITA EN ECUADOR, Y SE SENTÍA SUPER BIEN AL HABLAR DE LA CLASE DE MAESTROS QUE DEBEMOS SER SIEMPRE PARA BIEN DE NUESTROS NIÑOS Y JÓVENES QUE SON EL FUTURO DE CADA PAÍS. LOOR A MI AMIGO QUE SE NOS ADELANTO ALLÁ EN EL CIELO

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El Primero de Mayo y la lucha de los trabajadores en el siglo XXI ...

José Ramos Bosmediano

El primero de mayo de 1886 se sigue sintiendo y se continúa celebrando como un acontecimiento histórico que no ha perdido vigencia, como si la humanidad estaría cargando con los cadáveres de los líderes asesinados en el cadalso y de las masas acribilladas por las balas del gobierno estadounidense de aquel siglo XIX de acelerado desarrollo capitalista en el país de George Washington, demócrata liberal fundador de los Estados Unidos, y de George W. Bush, republicano neoliberal y continuador del "Destino Manifiesto" de ese mismo siglo que hoy, en pleno siglo XXI, se torna más agresivo, inhumano y expansionista con el Consenso de Washington.

Qué frescas las palabras de los líderes anarquistas sobre la inmortalidad de su sacrificio cuando se encontraban en los últimos segundos de su existencia antes de que cayera sobre su cuerpo enhiesto la daga del capitalista que no aceptaba la "violencia" de la huelga obrera como instrumento de lucha por sus reivindicaciones. Qué vigentes las premoniciones de Carlos Marx y Federico Engels sobre las crecientes desigualdades que crea el sistema capitalista y que impone a la clase obrera situarse al frente, como vanguardia, de la lucha para construir una nueva sociedad, como que hoy, millones siguen gritando frente a los foros de Davos que "un nuevo mundo es posible".

El primero de mayo de 1886 reivindicó la lucha de las mujeres del 8 de marzo de 1859 por la jornada laboral de las 8 horas, lográndola en los Estados Unidos y prendiendo la chispa para luchas posteriores en cada uno de los demás países por esa gran reivindicación que acaso, por el desconocimiento de las motivaciones históricas, se la considera como un hecho simplemente cotidiano en cada aniversario, a tal punto que para el calendario cívico escolar de muchas naciones latinoamericanas sigue siendo el inocente "día del trabajo", del trabajo "intelectual" y del trabajo "manual", como la demagogia de los socialdemócratas clasifican a los trabajadores, tratando de borrar el contenido de clase del trabajo proletario en las condiciones de la sobreexplotación capitalista; "trabajadores manuales e intelectuales" que Haya de la Torre en el Perú suscribió con la clara convicción de su identidad con el orden capitalista y con el imperialismo "que trae progreso" a nuestros países.

El primero de mayo de 1886 creó las condiciones prácticas para la unidad proletaria contra la explotación capitalista, más allá de la conquista de las 8 horas y de las demás reivindicaciones que son posibles de conquistar sin desmoronar el orden burgués. Los capitalistas del siglo XIX estaban persuadidos del carácter histórico de la lucha obrera y por eso ordenaron la masacre preventiva de los dirigentes más conscientes del papel histórico del proletariado internacional, de su aún ideología anarquista que daba al movimiento su carácter impetuoso y radical. La burguesía no se equivocó en su objetivo de acabar con el movimiento, pero se equivocó al no lograrlo, pues durante todo el fin del siglo XIX el movimiento obrero siguió desarrollándose en casi todo el mundo, ya no solamente bajo la influencia del anarquismo y anarco-sindicalismo, sino bajo el creciente impulso del movimiento obrero organizado por los socialistas del Manifiesto Comunista de 1848, de Carlos Marx y Federico Engels, cuyas dos primeras líneas trazan la más clara perspectiva de un nuevo período de la lucha de clases: "Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo"; y completando mejor la idea de la futura confrontación: "Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar, Meternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes".

Ya no están esos viejos representantes del capitalismo y de la burguesía, pero por lo que representaban tienen hoy su presencia en un conjunto de credos religiosos que se han adaptado a las nuevas condiciones para mantener sus privilegios y expresar su conservadurismo a través del fundamentalismo más agresivo. No hay mucha diferencia entre la política zarista de exterminio a los luchadores sociales de fines del siglo XIX y principios del siglo XX en Rusia con la "guerra preventiva" y las invasiones en el Medio Oriente del gobierno de los Bush y Cía. La diplomacia y la defensa del orden burgués de los Meternich y los Guizot se reflejan bien en la complicidad de los que manejan hoy la ONU, la OEA y los intereses del bloque de la Unión Europea (UE), encubridores de la política imperialista de los Estados Unidos. Los radicales franceses del siglo XIX se reflejan mejor en todos los matices de la social democracia que pregonan hoy la "humanización" del capitalismo o la "profundización" de la democracia burguesa y su "voto universal" para seguir dejando intacto el actual orden mundial. La máquina del Estado burgués sigue apuntalada por soldados y policías masacrando a la clase obrera que lucha por los derechos que las propias constituciones burguesas incluyen en su demagógico contenido.

Para los ideólogos y para los denominados "lideres de opinión" que desde el periodismo se dedican a echar flores a la libre empresa y al libre mercado, al tiempo que pregonan el hundimiento del socialismo como doctrina y como futuro de la humanidad, por tanto que pretenden negar el papel de la clase obrera como protagonista de un nuevo sistema social, no hay más que alinearse con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de los TLC, someterse a las leyes laborales que cercenan derechos conquistados hace tiempo, vivir domesticado bajo las costumbres de la más grosera cultura del entretenimiento embrutecedor y consumista. Si reflexionamos sobre los valores y modas que el capitalismo actual impone y difunde para las 3 cuartas partes de la humanidad, nos convencemos de la mundialización de su dinámica y de los intereses de la burguesía, que hoy con el nombre de globalización se expande a los lugares más lejanos subyugando a las sociedades nacionales a la cadena de las transnacionales, recordándonos, nuevamente, lo señalado por el Manifiesto Comunista de 1848: "Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía dio un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países".

¿Cómo puede ser posible que un sistema que explota a millones de trabajadores y parias y somete a los países más débiles a la lógica devoradora de las transnacionales puede ser capaz de reformarse a sí mismo y sacar de su charca mejores condiciones de existencia? Creer en esa especie de "milagro" es considerar que el esclavismo liberó a los esclavos por su propia comprensión y voluntad y no por las inmensas y numerosas rebeliones de los esclavos en cada uno de los estados esclavistas de Oriente y de la Europa de los césares; o decir también que los campesinos siervos de la gleba no conquistaron su derecho a la libertad y a la tierra por su lucha sino por la sacrosanta voluntad de los señores feudales. Pero en el mundo capitalista de hoy, contradiciendo la lógica de la historia, se yerguen las voces que proclaman la eternidad del orden burgués. En todas partes hay fukuyamas que pregonan la desaparición del socialismo y la inevitabilidad del capitalismo como lo único posible y al cual hay que adherirse para conquistar el reino del bienestar.


El siglo XX ha sido testigo de que la historia tiene un rumbo diferente al período en el que el capitalismo impuso su dominio mundial. Que no solamente la burguesía era capaz de haber derrotado a la vieja nobleza feudal y conservadora que hasta se asustaba frente a los avances de la industria, de la tecnología y de los descubrimientos científicos de Darwin. También la clase obrera impulsó cambios importantes en muchos países bajo las banderas del socialismo, sin dejar de seguir luchando por sus derechos como clase productora. Que la Comuna de Paris de 1871 haya sido derrotada; que la primera experiencia de construcción socialista en Europa haya sido destruida para dar paso a la involución capitalista; que las experiencias socialistas actuales carezcan aún de la fuerza suficiente para abrirse paso como alternativa mundial del desarrollo de la humanidad, no pueden negar la fuerza obrera como factor principal de las conquistas sociales del siglo XX. La clase obrera no está al margen de la lucha antiglobalización ni de los movimientos de resistencia al neoliberalismo en cada uno de los países. Es la fuerza obrera de América Latina, con su lucha permanente aunque muchas veces desarticulada, la que impulsa la tendencia progresista que pone en peligro los privilegios de la gran burguesía internacional y sus transnacionales del petróleo, el gas, los recursos forestales y acuíferos, del monocultivo para el biocombustible, de la minería metálica, y de la fuerza obrera barata y descartable.

El primero de mayo del 2007 en América Latina y el mundo ha sido un nuevo acontecimiento de combate, en Alemania como en los Estados Unidos, en Brasil como en Chile, en Turquía como en España, y principalmente en Cuba con una conciencia elevada del papel de la clase obrera en la construcción del socialismo en condiciones desfavorables frente a un criminal y prolongado bloqueo económico por la mayor potencia capitalista actual. Esa fuerza de reserva que constituyen en Estados Unidos los millones de inmigrantes latinoamericanos, sometidos a la explotación en el país de la "democracia", al lado de los estudiantes, han dado una batalla importante demostrando que el sistema capitalista es incapaz de resolver los problemas más elementales de la supervivencia.

En el Perú la clase obrera está en lucha y el primero de mayo de este año tiene en el proletariado minero, nuevamente, a su protagonista principal, renaciendo de un prolongado reflujo al que le obligó la vorágine capitalista neoliberal pero también la inexistencia de una conducción clasista organizada con perspectiva socialista, carencia que se observa en la actual situación de la lucha de clases en nuestro país. Cualquier manipulación política del movimiento minero en huelga por el actual régimen aprista, defensor del programa neoliberal cuya consolidación constituye su mayor propósito, será el producto de esa falta de conducción clasista y de la fuerza que el Estado neoliberal tiene para defender a las transnacionales de la minería. El adormecimiento y la lumpenización de un sector proletariado urbano de la construcción civil no son ajenos a su conducción conciliadora, puesta de manifiesto hoy en la presencia del Primer Ministro Jorge del Castillo en los actos de "homenaje" a los mártires de la clase obrera peruana, concesión de profundo contenido ideológico cuando el gobierno aprista es el gobierno que defiende con mayor fuerza a los capitalistas más explotadores y depredadores del país: la burguesía minera. No es diferente la situación de los trabajadores estatales, especialmente de los docentes, cuya derrota reciente está ligada a tácticas concesivas y de innegable contenido oportunista, que felizmente no ha calado en los maestros de base en las regiones y provincias del país, cuya resistencia será fundamental frente a la reforma neoliberal fujimorista que el gobierno aprista sigue desarrollando con el paraguas de ciertos intelectuales ligados a la ideología socialdemócrata y a la pedagogía confesional y privatizadora

Es importante reconocer la lucha de los trabajadores por sus reivindicaciones económicas y sus derechos sindicales, por el incremento de sus salarios y mejores condiciones de trabajo; pero es insuficiente. A la burguesía le parece hasta "justos" los reclamos de los trabajadores aunque se niega a satisfacerlos si estos no desarrollan la lucha sindical. Pero al mismo tiempo niegan a la clase obrera la lucha política, buscando confinarla a la mera lucha económica. Los periódicos de la burguesía "celebran" también el "día del trabajo" y piden a los trabajadores que sigan trabajando por el "progreso del país".

El sindicalismo libre, así como el reformista socialdemócrata, con sus celebraciones al lado de los representantes de la burguesía, embotan más la conciencia de los trabajadores impidiéndoles avanzar hacia posiciones conscientes de clase y de lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad.

Cada vez que el capitalismo asume nuevas estrategias o modelos de dominio sobre las clases explotadas y sobre las naciones y pueblos oprimidos, se hace más necesaria la lucha por el socialismo, por esa lucha que el Amauta José Carlos Mariátegui definió como por "el pan y la belleza".

El capitalismo o el socialismo -lo señaló el Amauta, sigue siendo el dilema en este siglo XXI que sigue siendo parte del período del imperialismo y la revolución proletaria. Esta convicción debiera de formar parte de la educación obrera y de su lucha.

La alternativa socialista proletaria es una tarea pendiente como continuidad del legado de Mariátegui y de la lucha obrera revolucionaria y de las luchas populares, de las cuales la lucha campesina constituye un factor importante de las grandes batallas del pueblo peruano.

La unidad proletaria constituye una tarea vigente en nuestro país y en toda Latinoamérica. La organización política de los proletarios también, como la base más sólida del frente único revolucionario para la conquista del poder popular y la transformación social con rumbo socialista.

Es necesario resaltar y saludar a los trabajadores y a los pueblos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, Nicaragua y Uruguay por su papel en el avance de una nueva alternativa que es la tendencia fundamental en América Latina. Especial homenaje merecen los trabajadores y el pueblo cubanos por su heroica defensa del socialismo y su confrontación con el imperialismo estadounidense.

¡ Viva el Primero de Mayo !

¡ Viva la lucha por el Socialismo !

Lima, mayo del 2007.



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viernes, 25 de abril de 2014

ULTIMO ESCRITO DE PEPE, A NUEVE DÍAS DE SU MUERTE

El último escrito, de puño y letra del compañero José Ramos Bosmediano dirigido a los compañeros del FREPOL (Frente Popular de Loreto).
 
El proyecto de Estatutos del FREPOL, elaborado por una Comisión bajo la dirección de la Secretaría de Asuntos Legales fue revisado y mejorado por José Ramos Bosmediano quien fuera el candidato para la Presidencia del Gobierno Regional de Loreto 2014.

José Ramos Bosmediano, sin importarle su problema de salud, desde su cama del hospital Almenara de Lima, revisó el proyecto y con una nota lo entregó a sus amigos que ese día sábado 15 de diciembre del 2012 le visitaban. Entregó la nota junto con los estatutos en un sobre manila y  disimulando el fuerte dolor que tenía, dijo: "Por favor, hagan llegar de inmediato estos estatutos a los compañeros de Loreto, quienes están esperando para poder distribuirlos a las bases para su estudio y aporte, pues debe ser discutido y aprobado en el I Congreso Regional Ordinario del FREPOL"
Así dio las  orientaciones para la lucha electoral del 2014 en Loreto,  dando ejemplo que un buen líder no se da tregua pese  a la  enfermedad que minaba su salud.

¡Grande Pepe!


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martes, 22 de abril de 2014

Autoritarismo creciente

Los gobiernos neoliberales hacen uso del autoritarismo para cercenar derechos, desde la época de Fujimori hasta la actualidad los derechos laborales entre otros se han ido perdiendo, es por eso urgente la unidad del pueblo para recuperar derechos. El 2016 el pueblo unido bajo una sola plataforma de lucha podrá ser gobierno, en latinoamérica tenemos muchos ejemplos.





Autoritarismo creciente
Por : José Ramos Bosmediano (SUTEP)
La República, 10-01-1991

Leer archivo: https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=forums&srcid=MDMwNjg5NjY5ODE4MjA0MjAzOTUBMTQ3NDMzMDU5Mzk4NDA2MTYwOTYBVWNXTWp1LUlBb3dKATYBAXYy


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lunes, 21 de abril de 2014

martes, 15 de abril de 2014

Perú 2012: Mario Vargas Llosa y su seminario neoliberal

José Ramos Bosmediano
 
La Fundación Internacional para la Libertad, propiedad del escritor Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, realiza hoy en Lima el Seminario Internacional "América Latina: oportunidades y desafíos".
El evento se parece mucho al que se realizó a principios de este mismo mes en Caracas con el título de "Palabras de Venezuela", con la participación de ex presidentes neoliberales,  sobresaliendo el ex Presidente de Chile Ricardo Lagos, perteneciente a la Concertación que durante 20 años no hizo otra cosa que desarrollar el mismo programa impuesto, desde 1973, la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet. El evento de Venezuela tuvo como objetivo principal apuntalar la candidatura neoliberal de la ultraderecha de ese país, que encabeza Capriles
Sin dejar de buscar el mismo objetivo a favor de sus pares neoliberales para derrotar el proceso de transformaciones que se viene produciendo el Venezuela bajo la Presidencia del Comandante Hugo Chávez Frías, el Seminario de Mario Vargas Llosa pretende promover con mayor fuerza los elementos ideológicos que fundamentan y orientan el programa económico que ha asumido el gobierno del Presidente Ollanta Humala.  Lo que busca es "sellar" cualquier hendija por donde pueda filtrarse cualquier elemento del programa de la primera vuelta electoral del Presidente Humala.

Ex gobernantes, intelectuales y periodistas neoliberales juntos

Quien habla tanto de la libertad, la tolerancia y pluralismo en el campo de la política y la cultura, como Mario Vargas Llosa, ha escogido  como expositores y panelistas de su seminario a un grupo estrictamente neoliberal, dispuesto a no salirse de los paradigmas del credo neoliberal que eleva a niveles de verdades supremas el papel de la libertad individual en un contexto de hegemonía del libre mercado: individualismo puro y sacrosanto.
Están los ex presidentes Álvaro Uribe (Colombia), cuya actuación gubernamental estuvo  plagada de compromisos con el narcotráfico y los crímenes de los paramilitares; Jorge Quiroga, que condujo a Bolivia al colapso económico y moral; Vicente Fox, ultraderechista que condujo a México al imperio de la criminalidad de las mafias del narcotráfico y a una mayor dependencia del país azteca de las transnacionales de Estados Unidos y la aplicación del TLC con ese país y con Canadá en desmedro de la producción y el consumo de los bienes esenciales para la alimentación de la mayoría de mexicanos; Luis Alberto Lacalle, una de las cabezas de la vieja argolla del neoliberalismo en Uruguay, vapuleado en su propio país; Alejandro Toledo, de cuyo credo neoliberal y su actuación gubernamental del mismo signo como Presidente del Perú todos conocemos; Josefina Vásquez, la hoy candidata presidencial en México por el partido de Fox y el saliente Felipe Calderón; José Piñera, uno de los fundadores (creador le llaman sus amigos financistas) de las estafadoras AFP, cuyas miserables  pensiones los chilenos conocen bien ; Carlos Alberto Montaner, nacido en Cuba pero amamantado desde hace más de 40 años por el dinero del gobierno de Estados Unidos para "trabajar" para que los yanquis recuperen Cuba, en nombre de la democracia y la libertad; Enrique Krauze, el único, al lado de Mario Vargas Llosa,  que merece el título de intelectual, como académico de la derecha neoliberal de México.  Y  Mario Vargas Llosa, el organizador del seminario y ponente de cierre que dirá la última palabra de orientación.
No podían faltar tres de los más pasables periodistas neoliberales que hoy "brillan" en el Perú, cuidadosos cuando escriben para que su verdadero pensamiento se esconda mejor en la prédica moralista que dicen profesar: Rosa María Palacios, Augusto Álvarez Rodrich y Juan Carlos Tafur.

Ideas y propuestas anunciadas

Antes de realizarse el seminario, sus ideas y sus propuestas fundamentales son ya  suficientemente  conocidas a través de las permanentes declaraciones y publicaciones de los promotores del evento: Mario Vargas Llosa y Álvaro Vargas Llosa, padre e hijo.
"Alvarito", en una de las páginas de opinión de La República del domingo 18 de marzo, tomando como pretexto el 200 aniversario de la Constitución de Cádiz (España, 1812), señala con ligereza que esa Constitución, liberal por cierto, consagraba exclusivamente la libertad de expresión y de mercado, lo que es obvio en toda carta política fundamental de ideología liberal; pero ocultando que la razón de ser de ese documento, como expresión jurídica del momento que vivía Europa bajo el influjo de la Revolución Francesa y su proyección hemisférica con Napoleón Bonaparte, fue la lucha contra la monarquía y sus estructuras conservadoras.  Que hoy, un bisoño neoliberal como el hijo del escritor pretenda establecer relaciones entre aquel acontecimiento y los ideales de los neoconservadores (neoliberales), es parte de su acostumbrado diletantismo, que le llevó, en algún momento, a plagiar un texto de la historiadora María Rostorowski.  Si la Constitución de Cádiz hubiese sido asimilada y aplicada por los liberales de América Latina, hace tiempo que nuestros pueblos hubiesen dejado atrás las ataduras con el poderío extranjero de Estados Unidos que declaró su papel hegemónico desde 1823 (Doctrina Monroe, del republicano James Monroe). Para los neoliberales esta atadura no solamente es provechosa para "nuestro desarrollo", sino que debe perdurar.
Pero en la misma edición de La República, Mario Vargas Llosa anticipa lo que será el flanco de ataque de su disertación del día 20 en la Universidad de Lima: la "izquierda radical" que hoy, según él, "se refugia en el ambientalismo", tratando de minimizar el programa de la izquierda, programa que se reduciría a un solo componente, la defensa del medio ambiente, aparentemente sin mayor peso para las sociedades actuales.  Por supuesto, no faltarán sus ideales supremos sobre la libertad de expresión, la libertad del individuo por encima de los intereses colectivos, el poder demiúrgico del libre mercado como motor del desarrollo, la modernidad y el progreso: todas estas ideas que fueron mejor expresadas, desde los intereses de los grandes capitalistas, por Karl Popper y la mayoría de  los neopositivistas.
Resulta que el ambientalismo (que no es uniforme, pues hay un ambientalismo de derecha y otro de izquierda), en su versión de izquierda, no es un enfoque conservador ni simplemente "radical" en el sentido de posición irresponsable, sino  un componente ineludible del programa socialista en una etapa de la lucha frente al poder financiero de las transnacionales que amenazan la vida en nuestro planeta con su obsesiva actividad productivista y consumista, poniendo en peligro la supervivencia misma de la humanidad.  Ese peligro lleva a ciertos sectores y grupos organizados de la derecha liberal o socialdemócrata a luchar también por la preservación del medio ambiente, aun cuando su programa no traspase los marcos del capitalismo.  Para los neoliberales como Mario Vargas Llosa, hasta los ambientalistas de derecha son "radicales".

Un seminario en defensa del Estado neoliberal actual

El título del seminario se refiere a Latinoamérica, cuyas "oportunidades y desafíos"  nos darán a conocer sus promotores, expositores y panelistas.
Nuestras oportunidades ya tienen sus bases materiales bien asentadas en la dinámica del libre mercado, esa irracionalidad que sigue creando más hambre, más "indignados", más desigualdades humanas.  Para los neoliberales no hay otro escenario que ese para que los individuos desplieguen todas sus capacidades hasta lograr "crecer", "despegar", "triunfar", "competir" y lograr su "propio beneficio".  Las grandes empresas son nuestros paradigmas.  Ser "emprendedores" de negocios es nuestro destino.  Una buena novela que pocos leerán.
¿Y los desafíos?  No serán los monopolios que explotan nuestros recursos naturales y nuestra fuerza humana de trabajo.  Tampoco la superación de nuestra situación de dependencia respecto al poder financiero imperialista.  Mucho menos vencer el atraso de nuestra economía y la superación de las desigualdades sociales existentes. Para los seminaristas de Mario Vargas Llosa el único desafío es derrotar a los "radicales", a la izquierda y a lo que ellos llaman "el populismo" que, en el mejor de los casos, busca la redistribución de la riqueza producida por los millones de trabajadores de la ciudad y del campo.
La defensa del  Estado neoliberal está como centro del programa económico, político y cultural de los neoliberales.
Iquitos, marzo 19 del 2012

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lunes, 14 de abril de 2014

Mario Vargas Llosa y su guerra neoliberal

 
José Ramos Bosmediano

                                                                                                 (A los trabajadores peruanos y del mundo, por su unidad y su lucha para conquistar un mundo nuevo, mi saludo en este nuevo primero de mayo)

 

Desde Madrid, desde su madre patria y muy cerquita al monarca matador de inofensivos elefantes, Mario Vargas  Llosa despacha para la prensa adicta al capitalismo neoliberal un artículo de queja contra la nacionalización del 51% de la transnacional española REPSOL-YPF por el gobierno argentino; y de un catastrófico pronóstico para esa nación latinoamericana, provocado por el "atrevimiento" de tocar los grandes intereses del gran capital ("La guerra perdida", en La República de Lima, domingo 22/04/2012, p. 7). Usando los mismos argumentos, en la edición del mismo diario (La República, 01/05/2012, p. 12), el Embajador de España en el Perú, Juan Carlos Sánchez Alonso no solamente arremete contra el gobierno de Cristina Fernández, sino que hace un panegírico a la monarquía española, tan feliz y ricachona mientras sus súbditos deben soportar el "paquetazo" empobrecedor del gobierno ultrarreaccionario del Partido Popular.  Por algo el actual Rey de España es uno de los hombres más ricos de su país, como para  preguntar de dónde obtiene tanto dinero la clase ociosa.
 
Hace tiempo que Vargas Llosa combina la literatura con la prédica política.  En el primer campo de su actividad acaba de publicar un nuevo libro, un conjunto de ensayos con el título "La civilización del espectáculo", texto cuya idea central es el rechazo a toda expresión cultural que no se adecúe a los moldes clásicos, confundiendo los mecanismos de diversión embrutecedora que pone en juego el neoliberalismo, que tanto defiende, de aquellas manifestaciones de arte y cultura que nacen de y calan en el espíritu de los pueblos como expresiones de su fuerza vital y se extienden como  herencia cultural.  En el área de la política, que incluye la economía y la administración del Estado, no hay ocasión en la que el reciente Premio Nobel de Literatura deje de expresar su rechazo a toda manifestación reivindicativa de la nación, de la economía nacional y del Estado que haga valer sus fueros frente al dominio abusivo de la globalización neoliberal actual. Todos los gobernantes que tratan de buscar una nueva opción para el desarrollo con igualdad y justicia para sus pueblos, son objeto de su iracundo ataque desde su óptica extremadamente dogmática y fundamentalista neoliberal: con los estados, nada; con los privados y poderosos, todo.
 
¿Todo es populismo?
 
Según los singulares conocimientos de economía política del señor Mario Vargas Llosa, que el Estado mantenga bajo su administración una parte significativa de de una o más empresas, es simplemente "populismo".  Y lo que es peor: esa propiedad nacional le lleva, inexorablemente, "al abismo", como afirma en el primer párrafo de su artículo refiriéndose  al acto nacionalista de la actual administración argentina.
 
La concepción errónea, por interesada, sobre el fenómeno populista en el siglo XX, ha sido –y sigue siendo- un lugar común para los economistas y políticos neoliberales, para quienes el Estado no debe mantener bajo su control ni un centavo de la economía que se mueve en el país. Tampoco debe otorgar a los trabajadores sus derechos, pues el mercado es "el mejor" instrumento para "asignar los recursos financieros", los ingresos de las personas, y vaya, la felicidad de todos.  Ni qué decir sobre los servicios públicos: cada cual debe comprar en el libre mercado su educación, su salud, su seguridad social.  Lo que Rajoy está haciendo con la economía española actual, lo que Fujimori hizo en la década del 90 en el Perú, etc. , etc. y todos los etcéteras neoliberales que ya conocemos –y sufrimos- no son sino los más hermosos signos de nuestro tiempo que debemos  honrar sin abrir la boca. 
 
El término populismo fue utilizado para señalar el conjunto de concesiones que ciertos regímenes latinoamericanos hacían a los pueblos en materia social para frenar el descontento de las masas y evitar el estallido de procesos revolucionarios.  Getulio Vargas en Brasil o Perón en Argentina, solo para mencionar dos ejemplos de nuestra América, desarrollaron políticas populistas, pues su objetivo no era lograr un orden nuevo ni reivindicar a las masas, sino contener la lucha de estas en circunstancias de flujo de esa lucha.
 

Los neoliberales, en cambio, sí utilizan el populismo hasta convertir sus "políticas sociales" en puro asistencialismo y clientelismo político, como lo hizo Fujimori, entre otros, y lo tenía que hacer, de ganar las elecciones en el año  1990, Mario Vargas Llosa. El populismo neoliberal se diferencia del anterior populismo por el desmantelamiento del Estado y la entrega del control de la economía y los servicios al sector privado a efecto de que este multiplique su tasa de ganancia.  De manera que el verdadero populista –neopopulista-  es Mario Vargas Llosa porque asigna a los grandes empresarios privados, dueños absolutos de lo que antes fue del Estado, en los benefactores que financian los servicios que requiere la población, cual nuevos filántropos que entregan parte de sus ganancias  para procurar  "bienestar", tal como conciben los neoliberales peruanos el papel de la Newmont-Yanacocha en Cajamarca a cambio de la destrucción de la cabecera de cuenca Conga. No es ajena al populismo la financiación de obras locales y donaciones por las transnacionales y por ciertos monopolios nacionales, con la denominación de "responsabilidad social", nueva forma sofisticada de mantener su dominio neocolonial.

Don Mario Vargas Llosa prefiere que todas las transnacionales sigan operando sin el control del Estado, ni siquiera del Estado liberal de la Argentina actual.  Para este escritor convertido en predicador neoliberal la libertad de empresa es el sumun de la libertad humana, sin la cual no puede haber libertad de pensamiento, quedándose encharcado en el más vulgar economicismo.  Sin los grandes empresarios de la prensa no hay libertad de expresión.

Las mentiras y omisiones de Mario Vargas Llosa
 
Como si desconociese la historia reciente de Argentina, Vargas Llosa se atreve a  decir que los grandes logros de la Argentina en educación habían sido destruidos por las políticas de Perón.  Lo que ha ocurrido con la educación argentina se produjo durante la aplicación de las políticas neoliberales de Saúl Menem en la década de 1990, precedidas por el proceso de la dictadura sangrienta de los generales asesinos que llevaron a su país, irresponsablemente, a una guerra con Inglaterra, conociendo que la correlación de fuerzas no le era favorable frente a una potencia apoyada, además, por EE.UU. y por la dictadura de Pinochet. Siendo la recuperación de Las Malvinas un derecho y una necesidad histórica para  la patria de Ernesto Sábato, lo buscaba  esa dictadura era demagógica y de encubrimiento de sus asesinatos.  ¿No se conoce, acaso, que las políticas neoliberales aplicadas por Menem desembocaron en la crisis financiera y de corrupción de los años 2000-2001?  Elemental, mi querido Watson.
 

 Durante su largo período neoliberal (década del 90 del siglo XX) Saúl Menen desarmó la escuela pública argentina, la municipalizó y privatizó, desmanteló los derechos de los maestros y disminuyó el presupuesto educativo a su mínima expresión en un país donde la cultura y la educación se había desarrollado sobre la base de la educación pública, aspecto central que Vargas Llosa no puede señalar porque su posición política privatizadora lo impide.  

Al contrario de lo que dice este escritor, ha sido el nuevo régimen bajo las presidencias, respectivamente, de Néstor Kirchner y de su esposa, las administraciones que han venido recuperando el papel de la educación pública, de su presupuesto y de los derechos de los maestros argentinos, cuya lucha fue coronada con la instalación de la Carpa Blanca de la Dignidad, espacio sindical, cultural y político que, entre 1997 y 1999, se convirtió en el símbolo de la lucha por una nueva educación en Argentina, lugar que Ernesto Sábato y muchos otros intelectuales visitaron constantemente para expresar su solidaridad con la Confederación de Trabajadores en la Educación de Argentina (CETERA)  y de oposición al programa neoliberal de Menem,  conducta digna que Mario Vargas Llosa en ningún momento podría exhibir.  Por supuesto que esa política educativa actual no podría haberse adoptado sin una política económica que, sin salirse del capitalismo, reivindique el papel del Estado para redistribuir los excedentes hacia los servicios sociales que el neoliberalismo había desmantelado, como ha ocurrido –y viene manteniéndose-  en el Perú.
 
La otra mentira que desliza Vargas Llosa es casi a pedido de la REPSOL, al afirmar que el gobierno argentino pretende debilitar a la transnacional para después comprarle sus activos "a precio de saldo".  Ni el gobierno del presidente Chávez, ni el de Evo Morales, han nacionalizado parte de los activos de las transnacionales para liquidarlas.  Vargas Llosa esconde el hecho de que las empresas intervenidas siguen en esos países usando su derecho a seguir ganando con sus inversiones, pero ganando menos, pues el Estado no puede ser un simple mendigo que reciba casi propinas de las transnacionales.  La REPSOL no saldrá de Argentina porque ni en su país de origen podrá sobrevivir si no sigue invirtiendo en otros.  Vargas Llosa y otros neoliberales de nuestro país se han convertido en los altoparlantes de esa transnacional y de los gritos del  presidente Rajoy que hoy exprime al pueblo y a los trabajadores españoles, destruye los servicios públicos de educación y salud para mantener los privilegios de unos cuantos ricos y de esa obsoleta monarquía que, en medio de las penurias de "su pueblo", se da el lujo de un safari propio de los tiempos del viejo colonialismo en África. 
 

El empobrecimiento generalizado del pueblo argentino coincidió, precisamente,  con el régimen menemista, como también ocurrió en el Perú durante el fujimontesinismo, en Bolivia con Sánchez de Lozada,  en México a partir  de Salinas de Gortari, en Brasil con los neoliberales Collor de Mello y Henrique Cardozo, en Venezuela con el ya fallecido Carlos Andrés Pérez, y así, en Costa Rica desde la introducción del programa neoliberal bajo la administración del ex presidente Arias,  etc.  Parece que la nutrida biblioteca de Mario Vargas Llosa carece de algunos textos de la historia económica y política de nuestra América de las últimas décadas.  Esta misma desinformación aplica al caso de la Venezuela actual bajo la presidencia del comandante Hugo Chávez Frías. 

Otra mentira de Vargas Llosa se refiere a la supuesta falta de  respeto a los contratos por la presidenta Cristina de Kirchner, que repite también el Embajador Sánchez Alonso. Quien ha incumplido los términos del contrato es, precisamente, REPSOL-YPF, al no invertir y reinvertir los montos pactados para la expansión de la exploración y explotación de hidrocarburos, poniendo en riesgo la capacidad energética de ese país.  Sin informarse, u omitiendo la realidad, Vargas Llosa simplemente engaña con la impunidad de un escribidor irresponsable.
 
Pero donde llega al paroxismo de la mentira es cuando señala que los problemas de Argentina y de América Latina no se deben al colonialismo, ni al capitalismo, sino solamente al caudillismo, al populismo, al nacionalismo, al fascismo, al patriotismo y "a todos los ismos", pero menos al neoliberalismo, el credo y el hábitat cultural del escritor peruano-español.  Esta manera de mezclar categorías en un solo concepto de "causas" históricas es propio de quien confunde la ficción con la ciencia, la imaginación artística con la imaginación puesta al servicio del descubrimiento de la leyes del desarrollo social de los pueblos.
 
El apocalipsis de Mario Vargas Llosa
 
La política y la economía política son ciencias y tienen como objeto de estudio, respectivamente, la lucha por el poder y la administración del Estado desde ese poder, y el proceso de la producción en un sistema económico determinado.   Sin obviar los elementos subjetivos que intervienen en el análisis e interpretación de los hechos (intereses y posición de clase, credos religiosos, principalmente),  la objetividad constituye la condición sine qua non para no cometer errores o cometerlos mínimamente.   La pasión por la defensa del libre mercado y su expresión neoliberal actual obnubila a Mario Vargas Llosa y le lleva a predecir, en el caso actual de Argentina, una derrota irremediable por haber nacionalizado parte de las acciones de la YPF.  Dice textualmente: "A Argentina le van a llover las demandas de reparación ante todas las cortes e instituciones de comercio internacional y sus relaciones no solo con España sino con la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etcétera, se han vuelto ahora conflictivas".  Claro que sí, para eso las transnacionales han creado el CIADI, organismo con sede en EE.UU. y que se da el lujo de no respetar la legislación de los países.  Pero esos juicios, como los que enfrenta el gobierno del comandante Chávez Frías, no llevarán a la Argentina "al abismo", como sentencia Vargas Llosa.  Y si REPSOL, resentida y encolerizada como está, sale de Argentina, esta nación no perecerá. Al contrario, sabrá remontar todos los problemas que se le presenten, con su pueblo y sus dirigentes más preclaros.
 
Ese anunciado apocalipsis no viene ocurriendo en otros países donde sus respectivos gobiernos han procedido con patriotismo, palabra y concepto que para Vargas Llosa no tienen sentido con la globalización neoliberal que tanto adora y defiende.  No recuerda que Estados Unidos se formó como nación reivindicando su derecho a administrar sus propias riquezas (su té, en el siglo XVIII) , y que hoy, autodenominándose guardián de la libertad y la democracia en el mundo, niega a los pueblos oprimidos por el capitalismo imperialista su derecho a emanciparse.  Hasta Sarkozy, fiel defensor de la economía neoliberal, trata de ser, como candidato reeleccionista, defensor del derecho de Francia a seguir siendo una nación frente a la "camisa de fuerza" de la Unión Europea.
 

Mario Vargas Llosa califica como "anacrónico" al actual gobierno de Argentina por no defender los intereses de los grandes capitalistas.  Pero se siente muy bien en  los países monárquicos (Inglaterra, España), regímenes políticos de real anacronismo histórico.  Su conservadurismo le lleva a escribir inexactitudes flagrantes.

Argentina no llegará al apocalipsis.  Su pueblo es suficientemente valeroso y sabio para conquistar sus derechos nacionales y avanzar hacia una alternativa independiente y de justicia social.

Lima, primero de mayo del 2012

http://vanguardia-intelectual.blogspot.com

 

 


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España hoy, Mario Vargas Llosa y su rosa para Rosa

 

José Ramos Bosmediano 
Educador, ex Secretario General del SUTEP 

España, monarquía o república, que da igual, ha ingresado a un nuevo proceso electoral cuando las multitudes "indignadas", desde el 15 de mayo del año en curso, demostraron que la fama de país desarrollado y próspero no era sino un ropaje que venía cubriendo las resquebrajaduras de una piel social bastante débil y con desigualdades que la presencia de millones de turistas, más la estridente actividad literaria y cultural consumida por quienes tienen posibilidades de gastar, una minoría en medio de la debacle de su sistema educativo, no hicieron más que mantener en la penumbra. 

La nueva campaña electoral abierta se orienta a cambiar al desgastado gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, del denominado Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fuerza socialdemócrata que viene turnándose en el poder del Estado con el ultraconservador y neoliberal Partido Popular en las últimas 3 décadas. Y claro que será derrotado por su rival casi histórico, según las tendencias de la ciudadanía. Tercia en la contienda el partido Unión Progreso y Democracia (UP y D), pequeña fuerza liderada por doña Rosa Díez, la nueva rosa de Mario Vargas Llosa según su último artículo publicado en La República de Lima ("Una rosa para Rosa", domingo 06/11/2011, pp. 18-19). 

La crisis de España no es un asunto simplemente del PSOE 

Para acomodar su opción política y sus fobias antisocialistas, El Premio Nobel peruano enfila su batería, aunque quiera decir lo contrario, exclusivamente contra el gobierno de Zapatero, como si la actual crisis podría haber sido enfrentada con éxito a través de "medidas oportunas". Vargas Llosa culpa al PSOE de falta de previsión para aplicar el paquete neoliberal que, precisamente, hubiese aplicado también el PP, como lo está haciendo el gobierno griego bajo la dirección del Primer Ministro Giorgios Papandréu, que hoy, temeroso de las masas y bajo la presión de los capitalistas que dominan la eurozona, ha decidido renunciar para dar paso a un "nuevo gobierno" y al nuevo paquete que empobrecerá más a las clases oprimidas del país del Peloponeso. 

En el fondo de la crítica de Vargas Llosa al PSOE está su posición contra todo lo que significa su antisocialismo, y no porque el PSOE lo sea, sino porque al presentarlo como tal, defiende todo lo que significa la continuidad del neoliberalismo que, por lo demás, el mismo PSOE ha contribuido a imponer desde, incluso, por los anteriores gobiernos presididos por Felipe González en la década de los 80 del siglo pasado, profundizado por los dos gobiernos del PP con Aznar, un conservador que llevó a España a convertirse en un Estado neoliberal que ahondó más las desigualdades sociales y el aumento de la desocupación. Cuando nuevamente el PSOE volvió con Rodríguez Zapatero en la presente década, convertido el PSOE en un abierto partido neoliberal, como su similar en el Perú, el APRA, la crisis mundial del capitalismo empezó a minar las bases especulativas de la economía española, esos supuestos "ocho años de historia feliz de Europa" y "de una economía pujante que muchos envidiaban", según el artículo del escritor peruano. 

Vargas Llosa parece que no hubiese vivido en España durante los últimos 30 años para que afirme fácilmente que "en la actualidad España es el país de la Unión Europea donde las diferencias económicas son más grandes…". Estas desigualdades preceden a la España post Franco y no se han atenuado en lo fundamental desde que los partidos demoliberales vienen gobernando el país. Con el neoliberalismo esas desigualdades se han profundizado, como también ocurre, inclusive, en los países más desarrollados de Europa. Los "indignados" no son creaciones de un mago sino de un sistema social en crisis. 

Para Vargas Llosa no hay en España la dictadura del capital transnacional ni la acumulación y concentración de la riqueza en un grupo pequeño de españoles, en el cual se encuentra la trasnochada nobleza, cuya cabeza, el Rey Juan Carlos I, detenta, nada menos, 3 mil millones de euros, en bienes inmuebles, museos, empresas… Frente a este poder, tanto el PSOE como el PP no hacen más que mantener el sistema. No en vano los indignados exigen que se vayan todos los políticos liberales y neoliberales y se construya un nuevo Estado, manifestación que a la burguesía española y a Mario Vargas Llosa les aterroriza, a tal punto que en el artículo el autor se refiere al "desborde" del movimiento de protesta, que supuestamente es empujado por "extremistas". Los "indignados", con todas sus debilidades, están sustituyendo, en el momento preciso, a la fuerza revolucionaria que España necesita y no tiene. Aquí está la ventaja de la burguesía española y la desgracia del pueblo español. 

Después de ponderar la "superioridad" del PP porque "cuenta con el mejor equipo de economistas y las ideas más claras", don Mario Vargas Llosa prefiere votar por Rosa Díez del partido UP y D, fuerza que podría servir, dice, para contrarrestar al PP en el Congreso, ya que al ser mayoría, el nuevo gobierno de Mariano Rajoy (PP) podría convertirse en autoritario. Como sus aliados, "casi naturales", serían los parlamentarios de UP y D, podrían servir de dique de contención para el nuevo gobierno. Vana ilusión. 

El partido de doña Rosa no es sino otro más del montón neoliberal y su posición de defensa a las diversidades sexuales y otras manifestaciones de tolerancia no tienen nada que ver frente a la defensa de la economía neoliberal de libre mercado. No por defender los derechos de los homosexuales, o el derecho de las mujeres al aborto, etc., se garantiza que quienes adoptan esas actitudes de respeto a esas opciones sean partidarios de los derechos sociales de los trabajadores y de la necesidad de establecer las bases económicas y políticas para la justicia social y la eliminación de las desigualdades. De manera que ni el PP, ni el PSOE, mucho menos la UP y D, garantizan algo mejor que lo que está en curso en la España de hoy. 

La Rosa de Vargas Llosa y su programa 

Hasta donde nos llegan los términos de la campaña electoral de España, doña Rosa Díez está planteando "debate en las calles", o sea mítines, y "regeneración de la democracia". Pero no plantea nada sobre el cambio de rumbo de la economía. Acepta, como el PP, el paquete neoliberal dentro de cuyo esquema piensa eliminar las desigualdades sociales, el paro (desocupación), el recorte de los ingresos y pensiones de los asalariados. Este es el programa que lanzó Zapatero bajo la presión de los grandes empresarios. 

A Mario Vargas Llosa le da igual, pues, votar por la UP y D por el PP. En ambos casos, además, tiene la seguridad de un gobierno que enfilará su política exterior para atacar a Cuba y apoyar la política de bloqueo de Estados Unidos contra el pueblo cubano y su gobierno revolucionario. Le habrá caído como pedrada en los ojos el reciente voto del Perú en la ONU contra ese criminal bloqueo. 

Como en el Perú, lo que vale para Vargas Llosa es todo lo que favorece a los intereses del capitalismo. A eso llama "valores democráticos". Su rosa es la rosa neoliberal. 

Iquitos, noviembre 07 del2011 
 

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jueves, 10 de abril de 2014

IDEA Co-founder Jose Ramos' book on Paulo Friere's pedagogy has just been published (poshumously) in Peru

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1 h · 
IDEA Co-founder Jose Ramos' book on Paulo Friere's pedagogy has just been published (poshumously) in Peru
El libro póstumo de José Ramos Bosmediano fue presentado a la intelectualidad y juventud, en Trujillo, el viernes 04 de abril por el Prof. Carlos Rojas Galarza.
Fotos: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.521752707935900.1073741832.475809522530219&type=3 

Alberto Moya Obeso, ex Decano de la Facultad de Educación y actual Director de la Escuela de Post Grado de la Universidad Nacional de Trujillo:
 


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