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martes, 15 de abril de 2014

Perú 2012: Mario Vargas Llosa y su seminario neoliberal

José Ramos Bosmediano
 
La Fundación Internacional para la Libertad, propiedad del escritor Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, realiza hoy en Lima el Seminario Internacional "América Latina: oportunidades y desafíos".
El evento se parece mucho al que se realizó a principios de este mismo mes en Caracas con el título de "Palabras de Venezuela", con la participación de ex presidentes neoliberales,  sobresaliendo el ex Presidente de Chile Ricardo Lagos, perteneciente a la Concertación que durante 20 años no hizo otra cosa que desarrollar el mismo programa impuesto, desde 1973, la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet. El evento de Venezuela tuvo como objetivo principal apuntalar la candidatura neoliberal de la ultraderecha de ese país, que encabeza Capriles
Sin dejar de buscar el mismo objetivo a favor de sus pares neoliberales para derrotar el proceso de transformaciones que se viene produciendo el Venezuela bajo la Presidencia del Comandante Hugo Chávez Frías, el Seminario de Mario Vargas Llosa pretende promover con mayor fuerza los elementos ideológicos que fundamentan y orientan el programa económico que ha asumido el gobierno del Presidente Ollanta Humala.  Lo que busca es "sellar" cualquier hendija por donde pueda filtrarse cualquier elemento del programa de la primera vuelta electoral del Presidente Humala.

Ex gobernantes, intelectuales y periodistas neoliberales juntos

Quien habla tanto de la libertad, la tolerancia y pluralismo en el campo de la política y la cultura, como Mario Vargas Llosa, ha escogido  como expositores y panelistas de su seminario a un grupo estrictamente neoliberal, dispuesto a no salirse de los paradigmas del credo neoliberal que eleva a niveles de verdades supremas el papel de la libertad individual en un contexto de hegemonía del libre mercado: individualismo puro y sacrosanto.
Están los ex presidentes Álvaro Uribe (Colombia), cuya actuación gubernamental estuvo  plagada de compromisos con el narcotráfico y los crímenes de los paramilitares; Jorge Quiroga, que condujo a Bolivia al colapso económico y moral; Vicente Fox, ultraderechista que condujo a México al imperio de la criminalidad de las mafias del narcotráfico y a una mayor dependencia del país azteca de las transnacionales de Estados Unidos y la aplicación del TLC con ese país y con Canadá en desmedro de la producción y el consumo de los bienes esenciales para la alimentación de la mayoría de mexicanos; Luis Alberto Lacalle, una de las cabezas de la vieja argolla del neoliberalismo en Uruguay, vapuleado en su propio país; Alejandro Toledo, de cuyo credo neoliberal y su actuación gubernamental del mismo signo como Presidente del Perú todos conocemos; Josefina Vásquez, la hoy candidata presidencial en México por el partido de Fox y el saliente Felipe Calderón; José Piñera, uno de los fundadores (creador le llaman sus amigos financistas) de las estafadoras AFP, cuyas miserables  pensiones los chilenos conocen bien ; Carlos Alberto Montaner, nacido en Cuba pero amamantado desde hace más de 40 años por el dinero del gobierno de Estados Unidos para "trabajar" para que los yanquis recuperen Cuba, en nombre de la democracia y la libertad; Enrique Krauze, el único, al lado de Mario Vargas Llosa,  que merece el título de intelectual, como académico de la derecha neoliberal de México.  Y  Mario Vargas Llosa, el organizador del seminario y ponente de cierre que dirá la última palabra de orientación.
No podían faltar tres de los más pasables periodistas neoliberales que hoy "brillan" en el Perú, cuidadosos cuando escriben para que su verdadero pensamiento se esconda mejor en la prédica moralista que dicen profesar: Rosa María Palacios, Augusto Álvarez Rodrich y Juan Carlos Tafur.

Ideas y propuestas anunciadas

Antes de realizarse el seminario, sus ideas y sus propuestas fundamentales son ya  suficientemente  conocidas a través de las permanentes declaraciones y publicaciones de los promotores del evento: Mario Vargas Llosa y Álvaro Vargas Llosa, padre e hijo.
"Alvarito", en una de las páginas de opinión de La República del domingo 18 de marzo, tomando como pretexto el 200 aniversario de la Constitución de Cádiz (España, 1812), señala con ligereza que esa Constitución, liberal por cierto, consagraba exclusivamente la libertad de expresión y de mercado, lo que es obvio en toda carta política fundamental de ideología liberal; pero ocultando que la razón de ser de ese documento, como expresión jurídica del momento que vivía Europa bajo el influjo de la Revolución Francesa y su proyección hemisférica con Napoleón Bonaparte, fue la lucha contra la monarquía y sus estructuras conservadoras.  Que hoy, un bisoño neoliberal como el hijo del escritor pretenda establecer relaciones entre aquel acontecimiento y los ideales de los neoconservadores (neoliberales), es parte de su acostumbrado diletantismo, que le llevó, en algún momento, a plagiar un texto de la historiadora María Rostorowski.  Si la Constitución de Cádiz hubiese sido asimilada y aplicada por los liberales de América Latina, hace tiempo que nuestros pueblos hubiesen dejado atrás las ataduras con el poderío extranjero de Estados Unidos que declaró su papel hegemónico desde 1823 (Doctrina Monroe, del republicano James Monroe). Para los neoliberales esta atadura no solamente es provechosa para "nuestro desarrollo", sino que debe perdurar.
Pero en la misma edición de La República, Mario Vargas Llosa anticipa lo que será el flanco de ataque de su disertación del día 20 en la Universidad de Lima: la "izquierda radical" que hoy, según él, "se refugia en el ambientalismo", tratando de minimizar el programa de la izquierda, programa que se reduciría a un solo componente, la defensa del medio ambiente, aparentemente sin mayor peso para las sociedades actuales.  Por supuesto, no faltarán sus ideales supremos sobre la libertad de expresión, la libertad del individuo por encima de los intereses colectivos, el poder demiúrgico del libre mercado como motor del desarrollo, la modernidad y el progreso: todas estas ideas que fueron mejor expresadas, desde los intereses de los grandes capitalistas, por Karl Popper y la mayoría de  los neopositivistas.
Resulta que el ambientalismo (que no es uniforme, pues hay un ambientalismo de derecha y otro de izquierda), en su versión de izquierda, no es un enfoque conservador ni simplemente "radical" en el sentido de posición irresponsable, sino  un componente ineludible del programa socialista en una etapa de la lucha frente al poder financiero de las transnacionales que amenazan la vida en nuestro planeta con su obsesiva actividad productivista y consumista, poniendo en peligro la supervivencia misma de la humanidad.  Ese peligro lleva a ciertos sectores y grupos organizados de la derecha liberal o socialdemócrata a luchar también por la preservación del medio ambiente, aun cuando su programa no traspase los marcos del capitalismo.  Para los neoliberales como Mario Vargas Llosa, hasta los ambientalistas de derecha son "radicales".

Un seminario en defensa del Estado neoliberal actual

El título del seminario se refiere a Latinoamérica, cuyas "oportunidades y desafíos"  nos darán a conocer sus promotores, expositores y panelistas.
Nuestras oportunidades ya tienen sus bases materiales bien asentadas en la dinámica del libre mercado, esa irracionalidad que sigue creando más hambre, más "indignados", más desigualdades humanas.  Para los neoliberales no hay otro escenario que ese para que los individuos desplieguen todas sus capacidades hasta lograr "crecer", "despegar", "triunfar", "competir" y lograr su "propio beneficio".  Las grandes empresas son nuestros paradigmas.  Ser "emprendedores" de negocios es nuestro destino.  Una buena novela que pocos leerán.
¿Y los desafíos?  No serán los monopolios que explotan nuestros recursos naturales y nuestra fuerza humana de trabajo.  Tampoco la superación de nuestra situación de dependencia respecto al poder financiero imperialista.  Mucho menos vencer el atraso de nuestra economía y la superación de las desigualdades sociales existentes. Para los seminaristas de Mario Vargas Llosa el único desafío es derrotar a los "radicales", a la izquierda y a lo que ellos llaman "el populismo" que, en el mejor de los casos, busca la redistribución de la riqueza producida por los millones de trabajadores de la ciudad y del campo.
La defensa del  Estado neoliberal está como centro del programa económico, político y cultural de los neoliberales.
Iquitos, marzo 19 del 2012

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