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jueves, 31 de octubre de 2013

MG. CARLOS ROJAS GALARZA PRESENTÓ EL LIBRO DE JOSÉ RAMOS BOSMEDIANO (SUTEP)




El martes 29 de octubre, el Mg. Carlos Rojas Galarza, Decano del CPPe Lima Metropolitana y catedrático de la Univ. La Cantuta,  presentó el libro  "Fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire". del gran maestro y líder  José Ramos Bosmediano, ex Secretario General del SUTEP  e integrante de la RED SEPA (Por una educación pública para América).
Presentación hecha en el marco del I Seminario Internacional de Educación organizado por el Decano de la Fac. Educación UNT, Dr. Alberto Santiago Moya Obeso.
Estuvieron presente maestros que viajaron desde Tarapoto, Chiclayo, Illimo,  Lima, Santiago de Chuco, Bolívar,Pataz,  Huamachuco, entre otros.

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domingo, 27 de octubre de 2013

CARLOS ROJAS GALARZA PRESENTARÁ EL LIBRO DE JOSÉ RAMOS BOSMEDIANO


En el marco del I Seminario Internacional de Educación organizada por el Decano Alberto Moya Obeso, el martes 29 de octubre, a horas 3 p..m, en la Universidad Nacional de Trujillo,  el Mg. Carlos Rojas Galarza, Decano del CPPe de Lima Metropolitana y catedrático de la Universidad Nacional de Educación - La Cantuta  hará la presentación del Libro de José Ramos Bosmediano "Fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire" que inicialmente  fuera la tesis de Bachillerato de Educación sustentada por José Ramos Bosmediano (1971). Libro que ha sido publicado por la Editorial Universitaria de la UNT y gracias a las gestiones del Dr.  Alberto Moya Obeso, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Nac. de Trujillo.


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jueves, 24 de octubre de 2013

SUTEPISTA RESPONDE



Lunes, 06 de agosto de 2001 | 12:00 am

Señor Director:

Como ex secretario general del Sutep (1989-92; 1995-97) quiero responder a Mirko Lauer que en su columna opina que hemos estrenado un lenguaje "más bien destemplado" frente al nuevo gobierno  y sostiene que el gremio se pasó los ocho años de dictadura más bien tolerando la sustantiva erosión de sus salarios. Decir que el Sutep no dará tregua  al  gobierno ¿es usar un lenguaje destemplado? Es una advertencia oportuna que siempre hicimos a anteriores gobiernos que con el pretexto de la tregua se burlaron de los trabajadores. En cuanto a tolerancia, no tuvimos ninguna. Nuestro local fue tomado militarmente el 5/4/92 e hicimos numerosos paros y jornadas de lucha pese a que la dictadura tuvo una correlación de fuerzas superior a la oposición. 

En ningún momento dejamos de luchar. 


Lic. José Ramos Bosmediano

 DNI 17895809

Ahora que el ministro Lynch anuncia el nombramiento de 35,000 maestros y aumentos al gremio para fin de mes tal vez el Sutep analice las ventajas de una tregua.

Fuente: http://www.larepublica.pe/06-08-2001/sutepista-responde

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martes, 22 de octubre de 2013

SOBRE LA DEMOCRACIA SINDICAL Y EL VOTO UNIVERSAL



Por José Ramos Bosmediano, miembro investigador de la Red Social para la Escuela Pública en América, ex Secretario General del SUTEP. 


En la historia del movimiento sindical peruano, nunca como hoy se han puesto en debate las formas de selección de los dirigentes sindicales, concentrando la atención, casi exclusivamente, en las bondades del voto universal, directo y secreto en todas las instancias orgánicas de los gremios.

Que el SUTEP sea el gremio donde esta propuesta del voto universal se haya venido planteando con significativa insistencia, sólo debe entenderse como un reflejo político de las pugnas que, desde su fundación (1972), se han producido para disputar la hegemonía política al Partido Comunista del Perú "Patria Roja" en su conducción y dirección.

Le ha correspondido a Sendero Luminoso (SL) el patrimonio de la propuesta del voto universal para la elección de los dirigentes en todos los escalones del SUTEP, como garantía de la "democracia sindical" y para acabar –lo decían abiertamente- con la hegemonía de "Patria Roja". En este empeño se aliaban con todas las demás fuerzas de izquierda, incluidos los "cristianos de izquierda", para tomar la dirección del sindicato. Sin embargo, cuando se trataba de las bases donde SL mantenía su hegemonía en determinados momentos de la historia del SUTEP, como Ayacucho, Piura, Abancay, no practicaban el bálsamo de la democracia sindical, el voto universal, pese a que los estatutos del SUTEP consideran el voto universal hasta las instancias provinciales que luego se extendió a las instancias departamentales (hoy regionales) con determinados requisitos para garantizar un proceso eleccionario libre de maniobras como las que existen en la vida política del país.

EL SINDICALISMO CLASISTA Y LA ELECCIÓN DE LOS DIRIGENTES

El movimiento sindical es la fuerza organizada de los trabajadores en la sociedad moderna para la defensa de sus derechos y la conquista de nuevas reivindicaciones, frente a la existencia de contradicciones entre capitalistas y asalariados, expresión moderna de la confrontación entre explotados y explotadores, cuyos intereses son irreconciliables en el sistema capitalista. Es la lucha de clases que los ideólogos de la burguesía pretenden negar, hecho admitido desde antes de que Marx y Engels hayan sistematizado la teoría científica de la lucha de clases en la historia, sobre todo en la sociedad moderna, asignando a la clase obrera el papel directriz en la lucha por un nuevo orden social a condición de que ella se convierta de clase en sí a clase para sí, de clase potencialmente revolucionaria a clase revolucionaria y dueña de su propia liberación, transitando desde su lucha espontánea, económica, a la lucha revolucionaria por la toma del poder. Para quienes el mundo ha cambiado tanto que ya hace innecesario el enfoque de los problemas sociales desde la óptica de la lucha de clases, no queda otro camino que acogernos a la ideología burguesa de la conciliación de clases y esperar que el desarrollo del capitalismo resuelva los problemas de los trabajadores y de la humanidad, vía las leyes del libre mercado (Fukuyama y "el fin de la historia").

Desde los siglos XVII y XVIII los asalariados de la Europa capitalista desarrollada han enfrentado la explotación capitalista de distintas maneras, desde el cartismo, pasando por el Ludismo y el mutualismo; desarrollando, en todo el siglo XIX, luchas más organizadas bajo la influencia del anarquismo doctrinario y el socialismo científico, dos vertientes del sindicalismo clasista, sobre todo la ideología marxista en lo que se refiere a la teoría de la lucha de clases como realidad incontrovertible.

Nadie puede negar la coincidencia entre el desarrollo del socialismo como alternativa al capitalismo, con todo su contenido ideológico y político en la disputa por el poder, y el desarrollo del sindicalismo basado en la teoría de la lucha de clases, el clasismo, con la presencia, en el seno de los sindicatos, de las fuerzas de izquierda en todos los países, coincidencia que no puede entenderse como una suerte de "manipulación" de los trabajadores por los comunistas o por los anarquistas del siglo XIX y principios del siglo XX, sino como la tendencia histórica de la clase obrera y del pueblo en general a la lucha contra el sistema de explotación. Los socialistas no han hecho sino dirigir esa tendencia hacia la lucha organizada y con perspectiva liberadora. 

Cuando el socialismo y la clase obrera irrumpieron con mayor fuerza en la escena política, tanto en los países de capitalismo avanzado como en los subdesarrollados y colonizados por aquéllos, los capitalistas de EEUU, la potencia capitalista más desarrollada y fuerte desde la culminación de la Primera Guerra Mundial, influyeron en un sector de la clase obrera de ese país para la creación de "organizaciones sindicales libres", con la ideología de la supuesta concertación entre el capital y el trabajo y la intervención del Estado como "árbitro" supuestamente neutral. Esta estrategia de copamiento de los sindicatos por el denominado "sindicalismo libre" fue extendido hacia América Latina, creando "sindicatos libres" en cada uno de los Estados, con escuelas sindicales de adoctrinamiento para líderes sindicales apristas, como Julio Cruzado Zavala; y con el desplazamiento de "embajadores sindicales" estadounidenses. Bajo esta conducción pro-patronal se fundó la Confederación de Trabajadores del Perú bajo hegemonía aprista, con la colaboración de algunos dirigentes comunistas de la década de los 40, debilitada que fue la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) que creara el proletariado peruano con el Amauta José Carlos Mariátegui en 1929. Después de la Segunda Guerra Mundial, y coincidiendo con la socialdemocracia europea, el sindicalismo "libre" se ha convertido en la ideología de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres(CIOLS), que domina hoy el movimiento sindical mundial debido, principalmente, a las debilidades actuales del socialismo.

Después de 1930, como lo señala Denis Sulmont en su historia del movimiento obrero en el Perú, el APRA desarrolla su hegemonía con el apoyo del "sindicalismo libre" estadounidense y ante el debilitamiento del clasismo que nos legara Mariátegui. Sin desconocer el heroísmo de la lucha obrera contra la vieja oligarquía peruana, contra las dictaduras de los 30, 40 y 50, la dirección sindical aprista convirtió a los sindicatos en instrumentos de su política de concertación con esa oligarquía ("convivencia" lo llamaron en una época), traicionando los intereses de los trabajadores. Su desenmascaramiento ocurre, sobre todo, en la década de los 60, década en la que el clasismo nuevamente asume la dirección del movimiento sindical peruano, coincidente, además, con lo que ocurrió en casi toda América Latina, con excepción de México y Venezuela, países en los que la política del PRI y de la socialdemocracia, respectivamente, convirtieron a los sindicatos en apéndices de la derecha y de los capitalistas de esos países.

La dirección clasista del movimiento sindical peruano, si bien empieza a perfilarse en la década de los 60, década de crisis del sindicalismo "libre" de la CTP, se desarrolla con fuerza en la década de los 70, con un debilitamiento durante la segunda mitad de los 80 e ingresando a su crisis durante la década de los 90, enfrentando las políticas antisindicales del neoliberalismo que pretende destruir a todo el movimiento sindical, pues para los capitalistas neoliberales los sindicatos son un obstáculo para la productividad y la competitividad en el marco del libre mercado.

En toda la historia de las luchas sindicales en el Perú la selección de los dirigentes se ha realizado a través de la representación de los delegados elegidos desde las bases sindicales (centros mineros, escuelas, centros de producción cañera, fábricas y secciones de fábrica, etc., según la rama de la producción y/o de servicios). Han sido los eventos orgánicos en cada escalón de dirección los que han elegido a los dirigentes. Las más heroicas luchas de los trabajadores, muchas de ellas con éxito, han sido conducidas por dirigentes elegidos orgánicamente y no por voto universal, salvo el voto emitido en cada base, que siempre es universal, desde donde los dirigentes, según su capacidad, consecuencia y honestidad, son promovidos a instancias superiores de dirección. Los propagandistas del voto universal consideran a esta forma de selección como "mangoneo" o "manipulación", menospreciando la capacidad de los trabajadores para seleccionar y elegir a sus dirigentes. Más bien el voto universal podría prestarse a la manipulación a través de los métodos que utiliza la democracia burguesa formal para orientar el voto hacia una determinada lista, con la presencia subterránea, incluso, de las fuerzas políticas de la derecha que pretenden dirigencias sindicales amarillas para que no peligren sus intereses de clase en las relaciones laborales. 

Los que propugnan el voto universal desde el lado de la derecha mistifican esta forma eleccionaria como sinónima de democracia, sin especificar qué tipo de democracia se esconde, año tras año, década tras década, en el voto universal. En el fondo, lo de la derecha tiene razón con su propuesta, pues para ella la única democracia existente es la burguesa, muy formal en nuestro caso. El uso político del voto universal en nuestro caso no tiene nada que ver con la democracia del pueblo que buscamos conquistar para construir un país diferente. 

La mistificación del voto universal es, sin embargo, poco comprensible y nada justificable en personas y grupos que se consideran progresistas y hasta izquierdistas. Su insistencia no tiene motivaciones objetivas. Incluso carecen de autoridad política, porque de política se trata, para plantear su alternativa para "superar la crisis del sindicalismo peruano" y "fortalecer los gremios", pues jamás se han interesado, como hoy aparentan hacerlo, de la situación de los trabajadores, ni han tenido experiencia sindical, aunque sí han tenido y tienen experiencia política de contenido liberal. Su ideología socialdemócrata les lleva a plantear la lucha obrera en los límites que establece la democracia burguesa, emparentados como están con la teoría del contrato social y el "nuevo pacto social" de los viejos ideólogos de la Revolución Francesa en el siglo XVIII. No ven más allá del voto universal que practica el democratismo burgués, ese juego demagógico que hoy se mueve con la fuerza del dinero para orientar el voto de los ciudadanos, de esas muchedumbres atolondradas y confundidas que votan hasta dos veces cada cinco años para que su futuro sea cada vez más incierto, pero también para que los "demócratas" aumenten su poder económico y político cada vez más. Tal es la sacrosanta democracia que se pretende endilgar a los trabajadores 

Por nuestra experiencia en la lucha sindical, la forma más adecuada para la democracia sindical ha sido la selección de cuadros usando las instancias orgánicas de los gremios, con la percepción más directa e inmediata de la calidad de los delegados y dirigentes: su entrega a la lucha, su capacidad, su combatividad y consecuencia, su honestidad. ¿Que pueden haber equivocaciones y que estas se han producido en algunos casos? Claro que sí, pero sin afectar la conducción en su conjunto.

LA PROPUESTA APRISTA DEL VOTO UNIVERSAL

El gobierno aprista ha propuesto el voto universal como una obligación para los sindicatos con dos propósitos muy claros: establecer límites a los sindicatos para la adopción de sus acuerdos y tratar de copar su dirección.

1. Ya tenemos antecedentes de lo primero, cuando en la década de los 70 el hoy "demócrata" y miembro del "Acuerdo Nacional", Francisco Morales Bermúdez, quiso imponer condiciones, desde el poder del Estado, para que los gremios elijan a sus dirigentes y tomen acuerdos para la realización de sus medidas de lucha, vulnerando el Convenio 87 de la OIT sobre el derecho de organización y libertad sindicales. El gobierno aprista, el Partido Aprista Peruano como tal, ha asumido el programa neoliberal en toda su dimensión, como la necesaria plasmación de lo que Toledo no pudo hacer avanzar lo suficiente, aquello que Fujimori dejó inconcluso: esas reformas de "segunda generación" de la que hablan tanto los neoliberales al servicio de las transnacionales. Ya ha empezado con los puertos y aeropuertos, el agua potable, la municipalización de la educación, con proyecciones hacia los bosques y lo que queda de PETROPERU. No está dispuesto a renegociar la deuda externa ni a revisar los contratos con las mineras; sólo "renegociar" para ver si éstas abren algo más la mano para "obsequiar" al Estado peruano un poquito más de sus inmensas ganancias. Está claro que a partir del 2007 las luchas de los trabajadores ingresarán a un nuevo flujo, incluso a un proceso de organización sindical en aquellos sectores que fueron debilitados y casi destruidos por el neoliberalismo de los 90, como es el caso de los empleados bancarios, del gran comercio monopolizado por decenas de tiendas de capital extranjero, del proletariado cañero y minero explotados por capitalistas de afuera, por los empleados públicos cuyos derechos siguen vulnerados, etc. El gobierno aprista, y con él los capitalistas, buscan curarse en salud condicionando la legalidad de los sindicatos y de sus luchas.

2. Pero el PAP, al tiempo que pretende maniatar a los sindicatos, busca también el copamiento de su dirección. El voto universal es la única manera de procurar ese objetivo, pues con una maquinaria electoral que despliega en todos los procesos, podría orientar el voto hacia posiciones sindicales pro-patronales. La preguntita de "por qué tienen miedo a las elecciones universales" constituye un recurso sofístico para "arrinconar" a las direcciones actuales de los sindicatos, como si se tratara, en el fondo, de un problema de miedo a las formas burguesas de elección. Para nosotros es un problema de contenido de la democracia sindical. Qué se defiende es lo principal. Los trabajadores decidimos cómo nos organizamos y cómo luchamos ejerciendo adaecuadamente la lucha sindical para no caer en el extremo del sindicalismo revolucionario o en su opuesto, en el sindicalismo "libre" de esencia reaccionaria y antiobrera. El PAP carece de representación sindical en el seno de los trabajadores. Su CTP es un fantasma desde hace más de tres décadas. Necesita más adeptos para convertir a los gremios en colchones de su política económica neoliberal, así como Velasco pretendió engullirse a todo el proletariado creando su Central de Trabajadores de la Revolución Peruana (CTRP) y su Confederación Nacional Agraria (CNA) para controlar el movimiento campesino, o el Sindicato de Educadores de la Revolución Peruana (SERP) para destruir el SUTEP. He aquí el significado de la maniobra aprista con su voto universal.

Claro que el gobierno aprista tiene dos factores importantes a su favor. Uno de ellos constituye la persistente propaganda del voto universal para desalojar a "Patria Roja" del SUTEP, pues el mismo Boloña abrigaba, en 1992, la destrucción del SUTEP porque era un obstáculo para la reforma educativa (léase neoliberal de privatización de la educación y de eliminación de los derechos de los maestros). Hay un terreno algo labrado para la imposición del voto universal en los sindicatos con fines protervos, terreno preparado por fuerzas y voces supuestamente izquierdistas en el propio movimiento magisterial, incluyendo a quienes, presionados por la ideología neoliberal, han venido planteando la "democratización" del SUTEP y de la Derrama Magisterial. ¡Qué más quiere el gobierno aprista cuando el terreno está abonado!

El otro factor es el avance del voto universal en los partidos políticos como un mecanismo para su "democratización", su "legitimación" y su "credibilidad" ante el pueblo. "Un militante un voto", como panacea para reconstruir a los partidos políticos, a tal punto que el Estado, a través de la ONPE, ha penetrado la vida interna de los partidos demostrando, precisamente, que los dirigentes y militantes son totalmente incapaces para dirigirse a sí mismos. ¿Se ha recuperado la vida partidaria? ¿No es cierto, acaso, que los partidos deben acudir a las alianzas más repugnantes y a las maniobras más antidemocráticas para participar, cogidos de cualquier salvavidas, en los procesos electorales? Esta intromisión del Estado en la vida interna de los partidos políticos sólo pudo haberse consumado, y no solamente en el Perú, en el marco de la crisis general de la democracia burguesa, tratando de hacer creíble el armatoste de dominación que pesa sobre el pueblo.

UN PLANFLETILLO Y DOS ARTÍCULOS

Nos llega por el Internet un pequeño panfleto firmado por el "embajador" de Sendero Luminoso en Europa, Arce Borja, sobre el corporativismo del APRA. Nada importante en el panfleto si es que este señor no se refiriera al voto universal, criticando al gobierno aprista por su propuesta de injerencia del Estado en la vida interna de los sindicatos. Si nos ocupamos del panfleto es porque Arce Borja pretende engañar a los que no conocen o no recuerdan la historia de las propuestas senderistas sobre la necesidad del voto universal en los gremios que no dirigían, pero no en los que en algún tiempo dirigieron y luego decapitaron a base de huelgas indefinidas que no tenían cuando concluir porque así servían a la "guerra popular". Su hipocresía llega a tanto que critica al APRA porque busca copar los sindicatos mediante el voto universal como si SL no hubiera promovido esa forma de elección en el SUTEP para lo mismo. 

Por su parte, y con un lenguaje más atractivo como ecléctico, el señor Mirko Lauer, poeta y crítico de la cultura metido a comentarista político, sale con su petición de principio "Por un sindicalismo moderno" (La República, 27.09.2006, OBSERVADOR, p. 6). Ponderativo y petulante en cosas que nunca ha practicado, apristoide con poses de "intelectual independiente", sale diciendo que el debilitamiento de los sindicatos se debe a "la poca vigencia del voto universal en ellos". Este señor ignora que son pocos sindicatos en el mundo que practican el voto universal. El debilitamiento o la crisis del movimiento sindical mundial se debe a otras razones, fundamentalmente a la brutal ofensiva neoliberal que ha dejado a la mayoría de trabajadores con simples contratos que impiden su afiliación y dificultan, más aún, su lucha. Según Lauer, los trabajadores se afiliarían inmediatamente si se les ofreciera voto universal. Con su sentimiento de periodista bien pagado acusa que los dirigentes se oponen al voto universal porque "entienden como intentos de interrumpir sus generalmente largas carreras en la dirigencia". Apostamos que Lauer no tiene ni un día de dirigente como trabajador de La República, pero pretende ser maestro en sindicalismo para los demás. En el sindicalismo, como en la política, los líderes perduran el tiempo que los dirigidos están en condiciones de reelegirlos. Según el criterio de Lauer, los trabajadores deben elegir guiados sólo por la juventud de los cuadros sindicales, lo que favorecería a los dueños y ejecutivos del capital o a los gobernantes de turno frente a dirigentes sin mayor experiencia de lucha. La "sangre nueva y renovación" para una "dinámica más democrática" en los sindicatos, señor Lauer, no dependió nunca de la forma de elección por voto universal, pues no se la practicó. Si se llegase a practicarla, no valdría más que la selección orgánica y directa de los delegados y dirigentes y, tampoco, ayudaría "a poner más dinero de las utilidades en los bolsillos del trabajador", pues el aumento de los salarios obedece a otras variables que los capitalistas manejan a su antojo. Para recordar, citamos el caso de la entonces FEB (1968-1992), cuyos dirigentes de Centros Federados, Seccionales Regionales y Junta Directiva Nacional eran elegidos en eventos orgánicos, y eran los trabajadores mejor pagados de su tiempo porque cuando realizaban un paro de solo 2 horas hacían perder a los banqueros y al propio Estado millones de soles en cada hora de paralización. 

Don Alberto Adrianzén (Sindicalismo y democracia ciudadana", La República, 30.09.2006, p. 17) empieza afirmando que "Nadie que tenga un mínimo sentido democrático puede dudar de la necesidad de elecciones universales, secretas y directas para elegir a los dirigentes de las centrales sindicales", citando como ejemplo lo que ocurrió durante el gobierno de Salvador Allende. Pero también ocurrió lo mismo cuando Pinochet obligó a los maestros elegir a los dirigentes del impuesto, por el mismo Pinochet, Colegio de Profesores de Chile. Lo más importante del movimiento sindical de Chile y Argentina fue la cohesión y la unidad de los trabajadores en las bases sindicales, fundamentos de la fuerza de todo gremio. Con su afirmación casi apodíctica, Adrianzén pretende quitarnos el "más mínimo" sentimiento democrático al no comulgar con su mito del voto universal. Que el sindicalismo peruano requiere de una reforma profunda, nadie duda, y este planteamiento lo han venido haciendo los propios trabajadores al proponer la reorientación programática del movimiento sindical peruano desde la década del 80, entendida como superación del economicismo que conduce al aislamiento de los trabajadores de la lucha política, encerrándose en la pura lucha por el salario. ¡Modernizar los sindicatos con el voto universal! Pero qué se entiende por modernizar los sindicatos. El señor Adrianzén no hace más que apelar al voto universal, como decir que la modernización de las sociedades actuales estaría supeditada al ejercicio del voto universal que tanto se pregona. Felizmente el señor Adrianzén pone el paraguas debajo de la lluvia cuando afirma que la crisis del sindicalismo y sus causas no están en la ausencia del voto universal. Pero si las causas de la crisis son otras, ¿por qué ponderar el voto universal y ponerlo a la altura de un apotegma? Para ocultar su oposición velada al sindicalismo clasista, Adrianzén propone un sindicalismo ciudadano, otro galimatías para definir que los trabajadores, además de trabajadores, deben ser ciudadanos, o trabajadores-ciudadanos, y los sociólogos, como el señor Adrianzén, deben ser sociólogos-ciudadanos, o algo así. Pero lo más grave es que el sindicalismo ciudadano nos permitirá "modernizar el mundo del trabajo e, incluso, el empresarial". El mundo empresarial capitalista, señor Adrianzén, tiene sus intereses, sus formas, cu contenido; el mundo del trabajo, los trabajadores, también tienen sus propios intereses. 

CONCLUSIONES Y ALTERNATIVAS

La selección orgánica y el voto universal son formas de elegir dirigentes. En el caso de los sindicatos, corresponde a los trabajadores aplicar una de ellas, o las dos formas a la vez. No se es más ni menos democrático por aplicar una u otra forma. La democracia sindical traspasa el lindero de las formas eleccionarias. La democracia tiene su base en el contenido de la lucha, por qué se lucha, qué intereses se defiende. Las formas eleccionarias son medios que pueden ayudar a plasmar las decisiones previamente discutidas. Si no hay discusión, no hay democracia.

Resulta que quienes más insisten con el voto universal jamás lo ejercieron en las organizaciones sindicales que sus organizaciones políticas han influido o conducido, como en el caso de la CCP o en el de la CTP. ¿Recién se acuerdan del voto universal como garantía de democracia sindical? 

La propuesta del gobierno aprista no se basa en una concepción democrática de la dirección de los sindicatos, sino en sus objetivos políticos de debilitar estas organizaciones para seguir imponiendo el programa económico y social neoliberal, en primer lugar; en segundo lugar, para tratar de copar las organizaciones sindicales vía el manejo del voto universal. Nuestro rechazo a la propuesta aprista no se basa en el temor de perder "carreras dirigenciales", sino en la defensa del fuero sindical que pretende ser vulnerado a través de la injerencia del Estado en la vida interna de los sindicatos.

Hay una legislación internacional que defiende el derecho de organización sindical, bajo la autoridad de la OIT, que tiene categoría constitucional para todos los países firmantes. Hay que rechazar el intento del gobierno aprista de vulnerar dicha legislación, como lo pretendió hacer el fujimorismo. Distinguidos laboralistas, a quienes no se les puede acusar de izquierdistas, han sentado su posición contraria a la propuesta aprista.

Los problemas básicos del sindicalismo peruano se definen por el fuerte economicismo, el espontaneísmo y el burocratismo. La solución de estos problemas tiene que ver con la lucha programática de los trabajadores, la aplicación de métodos adecuados de dirección, sobre todo la línea de masas y el análisis objetivo de la realidad para la conducción de la lucha. Sólo así se podrá garantizar la independencia política de los sindicatos, el centralismo democrático, el carácter de frente único del sindicato, que son algunos de los principios del sindicalismo clasista.

No hay por qué apelar a la analogía con el modo de elección que ejercitan los empresarios. La defensa de los intereses capitalistas no es un modelo para los trabajadores por cuanto estos no orientan su lucha hacia la acumulación de riqueza para explotar a otros. Los capitalistas no sólo tienen sus organizaciones gremiales, sino su dinero y un Estado que les garantiza la defensa de sus privilegios de clase frente a las demandas y la lucha de los trabajadores.

Algunas alternativas que hay que llevar a las masas trabajadoras son:

a) El desarrollo de la democracia sindical desde las bases de los sindicatos;

b) Promover debates sobre métodos y estilos de dirección en los sindicatos;

c) Educación sindical sobre la historia y la doctrina del sindicalismo, clasista y "libre", a efecto de esclarecer a los trabajadores, sobre todo a la juventud trabajadora que aún no se ha incorporado al movimiento sindical;

d) Discusión y esclarecimiento sobre la democracia y la democracia sindical en particular;

e) Desarrollar escuelas de formación político-sindical tomando como ejes los problemas del Perú actual;

f) Organizar a los trabajadores sindicalmente e impulsar la lucha por sus derechos económicos, sociales y laborales.

g) Levantar como una de las más importantes banderas reivindicativas la promulgación de un Código de Trabajo que incluya todos los derechos generales de los trabajadores, empezando por la estabilidad laboral y no el capricho de los empresarios y sus defensores que pretenden seguir legalizando el despido arbitrario de aquéllos.

Octubre del 2006
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lunes, 21 de octubre de 2013

Carátula del libro de José Ramos Bosmediano "Fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire"

Se trata del libro  editado por la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional de Trujillo- UNT, bajo la gestión del Dr. Alberto Moya Obeso, Decano de la Facultad de Educación, libro  que inicialmente fue la tesis de Bachillerato de Educación sustentada (1971)  por el recordado y muy querido  José Ramos Bosmediano,  Ex Secretario General  del SUTEP (1989-1992 y 1995-1997).

 La presentación del libro estará a cargo del Dr. Carlos Rojas Galarza, Decano del CPPe de Lima Metropolitana y catedrático de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta)  y será en el marco del I Seminario Internacional de Educación "PENSAR,SENTIR, HACER para SER" (en Trujillo, martes 29 de octubre).

 



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domingo, 20 de octubre de 2013

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA IDEAS POLÍTICAS EN EL PERU





Maestro José Ramos Bosmediano, ex Secretario General del SUTEP (1989-1992 y 1995-1997)


EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA IDEAS POLÍTICAS EN EL PERU

13 de octubre de 2013 a la(s) 14:26

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA IDEAS POLÍTICAS EN EL PERU

(del siglo XIX a la actualidad)

POR : JOSÉ RAMOS BOSMEDIANO

 

El presente texto es el resumen de la exposición desarrollada en la Escuela Política de Juventud Popular en Lima, a cuya generosidad, por invitarme, agradezco mucho.

 

Como se trata de la visión histórica de las ideas políticas, es ineludible referirme a las fuerzas políticas más significativas que las encarnaron, pues la ideas se expresan a través de personas y organizaciones.

La exposición fue preparada para que incentive en la juventud democrática, progresista y revolucionaria, la inquietud por conocer las ideas políticas a lo largo de nuestra historia republicana, su representación de clase, sus objetivos y su perspectiva en la lucha por la transformación de la sociedad peruana y, por supuesto, generar la inquietud por ahondar más en su conocimiento para el deslinde teórico y práctico. Es, pues, un texto elemental y no tan amplio como el que debe hacerse.

Desde ya señalo que una obra imprescindible para la información sobre el tema es la "Historia de la República" de don Jorge Basadre. También la "Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo" de Augusto Salazar Bondy. Así mismo la "Historia del Perú", en 12 volúmenes, publicado por Juan Mejía Baca, específicamente el tomo XI. Una obra auxiliar para agenciarse de información sobre personas e instituciones es la reciente edición de "Enciclopedia Histórica del Perú" de Alberto Tauro del Pino, publicada por "El Comercio" en 17 volúmenes.

Esperamos que, con este esfuerzo de síntesis, hayamos contribuido con el permanente esfuerzo de Juventud Popular por construir un nuevo liderazgo político en el Perú y una nueva cultura político – revolucionaria, que genere conciencia para la lucha por un "Perú nuevo dentro de un mundo nuevo".

 

I. BASES ECONOMICAS Y SOCIALES DEL SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS IDEAS Y FUERZAS POLÍTICAS EN EL PERU

El Perú de los últimos dos siglos es uno de los países latinoamericanos y caribeños con las más variadas y numerosos organizaciones políticas, con un debate intenso de ideas, con divisiones y subdivisiones internas. La frondosidad y la imitación son dos características de las ideas políticas que han surgido en el proceso de la lucha de clases a partir de la fundación de la República.

Para explicarnos mejor ese surgimiento y desarrollo es preciso señalar, en resumen apretado, las bases económicas y sociales que han generado las ideas y sus representaciones políticas.

Una economía semifeudal que se prolongó hasta el medio siglo XX de nuestra historia. Con la excepción del sólido pensamiento socialista de José Carlos Mariátegui, no hubo un planteamiento, ni liberal ni conservador, que haya propuesto un proyecto de sociedad. La semifeudalidad que limitó el desarrollo del pensamiento liberal burgués en el Perú, explica sus propias contradicciones, su eclecticismo y su incoherencia.

 

El dominio terrateniente y aristocrático en alianza con una burguesía anémica y continuadora del orden colonial. La aristocracia que se prolongó desde el Virreinato hasta más de un siglo se confundió con los intereses económicos y políticos de la burguesía comercial, en cuya conciencia de clase dominante creó la ambivalencia de ser liberal pero sin abandonar su credo conservador, hispanista y, más tarde, de subordinación a lo extranjero. Otro tanto ocurrió con las masas oprimidas y lo que podría haber sido una burguesía nacional progresista y emprendedora. La clase terrateniente feudal y sus ideas conservadoras han ejercido una fuerte influencia en la situación de las clases explotadas, especialmente mediante la presencia de una iglesia católica que se adueñó de la conciencia social de la gente, perennizando los valores de la feudalidad colonialista, de la obediencia ciega a la autoridad, la resignación y la cultura del apoliticismo.

 

La ausencia de una revolución burguesa en el Perú. La República, formalmente burguesa, no correspondió a la estructura económico – social heredada del Virreinato. Las fuerzas productivas se mantuvieron atadas al pasado. Las clases usufructuarias del movimiento independentista no tuvieron mucha necesidad de plasmar las ideas democráticas y liberales que declaraban las constituciones, especialmente la de 1856, la más "progresista" hasta la década de 1930.

 

Desarrollo lento, desigual y subordinado del capitalismo en el Perú. Es una realidad que emana de la ausencia de una clase capaz de dirigir un curso histórico diferente al heredado de la colonia. Esta situación impidió la conformación de clases sociales definidas, especialmente las clases básicas de la sociedad moderna que el desarrollo capitalista impuso en Europa, la que genera la contradicción antagónica burguesía / proletariado.

 

De lo anterior deriva la conformación indefinida de clases sociales, donde la clase asalariada es en parte campesina y obrera al mismo tiempo, especialmente en el sector minero y en la agroindustria, una burguesía sin proyecto nacional y apátrida.

 

Las bases económico- sociales mencionadas, pese a ser realidades limitantes para el desarrollo de ideas progresistas, no impidieron la presencia de ideas renovadoras y la actividad revolucionaria de nuestro proletariado, la rebeliones campesinas y la germinación de ideas revolucionarias.

 

II. FACTORES IDEOLÓGICOS Y POLÍTICOS QUE HAN INFLUIDO EN LA EVOLUCION DE LAS IDEAS Y FUERZAS POLÍTICAS EN EL PERU REPUBLICANO.

 

1. Ideología colonial y monárquica. Es la base fundamental de las ideas y fuerzas conservadoras que impidieron el rompimiento radical con el pasado; que mantuvieron, hasta muy avanzado el siglo XX, lazos de reconocimiento al "gran aporte" de la conquista española para la formación de la nación peruana, a la cultura occidental y a la religión católica. Esta influencia ideológica conservadora sigue pesando fuertemente en la percepción de los problemas nacionales: la educación, la cultura, las costumbres y la propia institucionalidad del país.

 

2. El liberalismo y la democracia burguesa. Esta ideología jugó un papel importante en la incubación y cierto desarrollo de las luchas por la independencia y por un país moderno en el sentido económico y social. Pero los sectores liberales del Perú no optaron por un rompimiento radical ni con la España conservadora, ni con la herencia colonial, mucho menos con el sector conservador que rechazada cualquier cambio hacia adelante. Más bien se acomodó al manejo autoritario, centralista y subordinado a lo extranjero del Estado oligárquico. ¿Cómo iba a fructificar el liberalismo y el racionalismo en un país de estructura económica atrasada y con una clase dominante limitada por el pasado conservador ?.

 

3. La influencia de la ideología religiosa católica. Es parte de la ideología colonial, pero merece una mención especial por su peso abrumador en el pensamiento de la población y en una conducta hipócrita y resignada. Las cúpulas gobernantes han utilizado a la iglesia católica como herramienta de manipulación ideológica y política. A su vez, la cúpula católica ha cobrado bien sus servicios con el usufructo de privilegios que le permite el Estado confesional. Algunos liberales del siglo XIX, especialmente don Manuel González Prada, el Chileno Francisco Bilbao y nuestro Mariano Amézaga, combatieron con mucha pasión a la religión católica, sin resultados mayores. Es que la ideología católica se confundía con la propia política de Estado. El Estado laico no fructificó en el Perú porque el propio liberalismo fue heredero y usufructuario del papel de la Iglesia Católica en su dominio de clase. Esta influencia persiste.

 

4. El papel de la cultura imperialista dominante. Las ideas-fuerza que el imperialismo nos impone, por lo menos desde principios del siglo XX, se han convertido en formas de ver la realidad, de pensar los problemas y hasta de vivir. Que sin el apoyo extranjero no hay desarrollo, especialmente sin el capital que nos prestan, se ha vuelto el argumento de las clases dominantes y de vastos sectores populares. La investigación científica y el uso de nuevas tecnologías están atados a la idea de la subordinación. Lo mismo ocurre con todo intento oficial de reformar la educación. Salazar Bondy, en concordancia con las tesis del filósofo mejicano Samuel Ramos, ha acuñado la frase de "la cultura de la dominación" para designar nuestra situación cultural peruana. La cultura imperialista moderna se ha asentado sobre la cultura conservadora colonial, pues no son incompatibles para mantener al Perú dominado.

 

5. La ideología Anarquista. La influencia del anarquismo en el Perú fue positiva en el surgimiento y desarrollo del movimiento obrero peruano. Después de una etapa pre-sindical (1848 – 1895), el movimiento obrero en el Perú, al desarrollarse como lucha económica frente al surgimiento de una incipiente industria y de servicios públicos, vale decir de la incipiente explotación capitalista en nuestro país, tuvo en el anarquismo su influjo ideológico, su emoción por la justicia y la igualdad. Don Manuel González Prada y su liberalismo radical fueron los elementos de ese fermento proletario hasta más acá de 1920, inspirando un largo proceso de lucha obrera por importantes reivindicaciones, como la de la jornada laboral de las ocho horas en 1919.

 

6. La ideología marxista. Constituye un factor clave para entender la lucha obrera y el accionar de las masas en el Perú del siglo XX. También el debate artístico y cultural, particularmente en el campo de la creación literaria y la investigación en ciencias sociales.

 

7. Las luchas revolucionarias, democráticas y nacionales en el mundo. La Revolución Mejicana de 1910 – 17, la Revolución Socialista Rusa de 1917, la Revolución China y Vietnamita, la Revolución Cubana de 1953 – 59 y su presencia actual, son las más significativas que influyeron en la lucha democrática y revolucionaria en nuestro país.

 

8. La influencia del fracaso en la construcción del socialismo en la URSS y Europa Oriental. Tanto para las clases dominantes, que se regocijaron con la caída de la Ex – URSS y los demás países de su campo en Europa Oriental, como para los sectores revolucionarios, la debacle de la década del 80 significó un viraje en la correlación de fuerzas; ventajoso para la gran burguesía que domina el Perú, desventajoso para las ideas revolucionarias. Desprenderse de esta influencia no será fácil ni inmediato.

 

9. El papel del neoliberalismo. Como sistema de ideas, el neoliberalismo ha profundizado el pensamiento pragmatista e individualista en la población. Ha dotado a las clases dominantes de un conjunto de creencias que justifican su dominio de clase, como el libre mercado, la competitividad, la desregulación laboral, la globalización capitalista, la inutilidad de los partidos políticos, la muerte del socialismo, etc; todas creencias de valor absoluto para un "nuevo orden mundial", a despecho de la profundización de las desigualdades sociales que está creando el modelo capitalista neoliberal. Tanta es la influencia del neoliberalismo que importantes dirigentes y contingentes de izquierda se encuentran hoy al servicio de la economía de libre mercado "con rostro humano", cuando no muchas organizaciones revolucionarias se han adecuado y vienen adecuándose a las concepciones ideológicas neoliberales.

 

Las bases económicas y sociales y los factores ideológicos y políticos que he esbozado, que por cierto no son los únicos, nos ayudan a comprender las ideas políticas y las fuerzas sociales surgidas, desarrolladas y periclitadas en nuestro país desde 1821.

 

Tratando de ordenar ese desarrollo he optado por una periodificación por etapas. Reitero que la selección de ideas y fuerzas políticas no es minuciosa. Es, apenas, aproximativa y con el criterio de su mayor significación en cada momento y su proyección al futuro, tanto en lo que se refiere a la derecha como en lo que atañe a la izquierda.

 

III. ETAPAS EN EL DESARROLLO DE LAS IDEAS POLÍTICAS EN EL PERU.

1. DE LA INDEPENDENCIA AL SURGIMIENTO DEL MOVIMIENTO OBRERO PERUANO (1821 – 1921)

1.1. El militarismo.Considerando objetivamente el comportamiento político de las clases dominantes, de los caudillos militares y las cúpulas militares en su conjunto, el militarismo es una ideología que surgió al iniciarse la República y se constituyó en idea permanente para imponer "orden" en el país. Una necesidad política copular de una clase que ha basado su dominio en el autoritarismo al carecer de fuerza institucional en la legalidad democrático – burguesa. Esta mentalidad militarista se hizo también idea permanente en gran parte de la población. En el vocabulario oficial de las clases dominantes se traduce en denominar a las FF.AA. "instituciones tutelares" de la República. Esta idea política mantiene su fuerza pese al descalabro moral de las instituciones militares y ha penetrado a la escuela como "disciplina", lo que quiere decir que posee una gran capacidad de reproducción como parte de la ideología dominante. La clasificación del militarismo en primero, segundo, tercero, etc., puede tener nada más que una importancia didáctica. Lo real es que el militarismo forma parte de toda nuestra historia republicana.

 

1.2. Conservadores y liberales. Su disputa no tiene como fundamento contradicciones antagónicas. No discutieron el cambio radical de las estructuras económicas y sociales heredadas de la colonia. Apenas discutieron si el sufragio seguía siendo más restringido (conservadores) o más universal (liberales); si nos convertiríamos en una república monárquica (conservadores) o en república constitucional (liberales). Bartolomé Herrera, con su tradicionalismo ultramontano, representó a la vieja clase de los terratenientes feudales. Gálvez, con su posición constitucionalista, expresaba los anhelos de la burguesía comercial que buscaba consolidar su dominio, sin alterar el orden existente. El radicalismo liberal no ha pasado de ser, incluso con Villarán, un discurso formal. Este debate se reeditaría, posteriormente, entre Manuel Vicente Villarán y Alejandro Deustua, a fines del siglo XIX y principios del XX a raíz de los planteamientos de las reformas educativas de 1901 y 1902, liberal la primera y conservadora la segunda. Pero, al margen de las limitaciones de Gálvez, conviene resumir las contradicciones ideológicas entre conservadores y liberales: el Convictorio de San Carlos es el cuartel general de los conservadores, el colegio Guadalupe, de los liberales; los conservadores encarnaban el espíritu aristocrático, los liberales el democrático; los conservadores defendían la soberanía de la inteligencia, los liberales la soberanía del pueblo; los conservadores buscaban la disciplina de la obediencia, los liberales defendían la libertad de discusión y de conciencia.

1.3. El Incaísmo. Aunque de naturaleza literaria, tuvo influencia importante en la defensa de la posición monárquica de San Martín, pues la idea incaísta, inspirada en los "Comentarios Reales" del Inca Garcilaso, reivindicaba el carácter de modelo de la monarquía incaica por su "prosperidad", lo que sirvió para defender la necesidad de una monarquía para el Perú independiente como forma de gobierno (véase "La formación de la tradición literaria en el Perú", Antonio Cornejo Polar, CEP, 1989, Cap. I, pp.31-34).

1.4. El Civilismo. Es una postura política que confronta con el militarismo que había producido anarquía y desorden económico. El Civilismo es el primer intento serio del liberalismo peruano por ordenar el país para producir "progreso". Su caudillo principal, Manuel Pardo, profesaba el positivismo y buscaba construir una "república práctica". El Partido Civil fue fundado en 1871 enarbolando las ideas de progreso material, nucleando a la burguesía emergente y a los élites profesionales e intelectuales y levantando la descentralización, las milicias ciudadanas como guardia nacional, autonomía del Estado frente a la Iglesia Católica, la democratización de la educación, aumento de la producción nacional, saneamiento de la Hacienda Pública, libertad de prensa. Fiel al positivismo, Manuel Pardo pretendió "desideologizar" el liberalismo concentrándose en obras que den bienestar a la gente, produciendo cosas y educando a los ciudadanos para el progreso del país, pues la educación es el motor del desarrollo de un país, según el credo positivista: positivismo y pedagogismo juntos. El neocivilismo aparecerá durante la llamada República Aristocrática (1895 – 1919), pero ya no como partido de la libertad sino del orden, en una coyuntura en que la clase obrera desarrolla su lucha y su organización hasta la conquista de la Jornada de las 8 horas.

 

1.5. El Anarquismo de Manuel González Prada y el movimiento obrero. La ideología anarquista en el Perú, como teoría, se encarna en Manuel González Prada y, como práctica, en la organización y lucha de los trabajadores entre fines del siglo XIX y las dos primeras décadas del siglo XX. Siguiendo la doctrina anarquista, González Prada enarbola la fraternidad universal y pregonaba que el Estado, la Iglesia y el Capital son las tres manifestaciones del poder que esclavizan al hombre. El espíritu combativo de su personalidad le llevó a cincelar calificativos lapidarios para los gobernantes, el clero y los corruptos y traidores a la patria; pero también a valorar al indígena peruano como símbolo de la nacionalidad; también a unirse a la lucha y organización de los trabajadores. Políticamente, González Prada no logró construir nada sólido ni concordante con sus ideas radicales. La Unión Nacional que fundó en 1891 se convirtió en una nueva aliada de los partidos de la clase a la que el maestro combatió. Lo que hoy queda de González Prada es su crítica certera a los males del país y a las clases dominantes, su obra literaria, su ejemplo de honestidad y su intelectualidad puesta al servicio de los trabajadores.

 

2. ETAPA DE LA CONFRONTACIÓN ENTRE EL LIBERALISMO Y EL SOCIALISMO (1919 – 2002).

2.1. IDEAS Y FUERZAS POLÍTICAS OLIGÁRQUICAS.

 

a) El Leguiísmo y la "Patria Nueva". No significó, en realidad, ideología nueva, por más que a su programa de gobierno le haya dado la denominación de "Patria Nueva". El leguiísmo no fue más que la continuidad del liberalismo oligárquico, una tendencia modernizadora que se concentró en obras públicas, grandes empréstitos, apertura comercial y entrega del país a los EE.UU. A este programa debe agregarse el manejo corrupto de los recursos fiscales, caudillismo y su afán de perpetuarse en el poder que concluyó trágicamente después de empezar su tercer período gubernamental consecutivo.

 

b) El APRA y su ideología liberal socialdemócrata. Surgido de una familia trujillana aristocrática y políticamente del movimiento estudiantil que luchó por la Reforma Universitaria de 1919, Víctor Raúl Haya de la Torre fundó la Alianza Popular Revolucionaria Americana en 1924 y, posteriormente, en 1930, el Partido Aprista Peruano (PAP). La ideología aprista ha sufrido cambios importantes hasta llegar, en el momento actual, a su adaptación al modelo de la "tercera vía", versión del neoliberalismo "con rostro humano", luego de una experiencia gubernamental desastrosa desde el punto de vista programático y también moral. En su primera etapa, el APRA levantó, por un lado, un programa de reformismo burgués que tocaba los intereses de la vieja oligarquía al plantear la nacionalización de tierras e industrias; un antiimperialismo de buenas relaciones valorando el "lado bueno" del imperialismo, a lo que se agrega la "solidaridad con los pueblos y naciones" y la "internacionalización del Canal de Panamá". Por otro lado. Haya de la torre estructuró una filosofía aprista denominada "espacio-tiempo histórico" como "negación dialéctica" del marxismo, según la cual los fenómenos sociales se valoran desde el ángulo de observación que se adopte, similar a la percepción del objeto en la teoría del relativismo de la física einsteniana, teoría que no mereció mayor atención de los entendidos en temas filosóficos y sociales. Sin embargo, detrás de estos planteamientos, Haya de la Torre cimentó en su partido una ideología anticomunista, entendiéndose, más bien, con los sectores de la derecha conservadora. A partir de la década del 40 el aprismo empezó a abandonar su programa reformista radical hasta coincidir, programáticamente, con el liberalismo oligárquico, lo que le llevó a aprobar, en alianza con el odriísmo en el período de 1963 – 1968, una Ley de Reforma Agraria que dejaba intocados a los grandes terratenientes. La afiliación del APRA a la Internacional Socialista (Socialdemocracia) no añade nada importante a su hoy programa neoliberal "con rostro humano". Además, entre 1968 y 1975, la dictadura velasquista le quitó el programa reformista de capitalismo keynesiano o de Estado.

 

c) La ideología fascista en el Perú. Constituida alrededor de la dictadura de Sánchez Cerro con la fundación de la Unión Radical de Luis A. Flórez, las ideas fascistas tuvieron influencia con sus ideas de orden y autoridad y la aplicación de una política represiva contra comunistas y apristas en la década del 30. Desapareció con la derrota del Nazismo en 1945.

 

d) El pensamiento político cristiano. Corresponde al proyecto de intelectuales y políticos católicos de concretar una fuerza laica en la vida política del país, pues al desarrollarse las fuerzas políticas de masas, la Iglesia Católica como tal tiene limitaciones para introducirse en esa lucha. Las ideas mejor trazadas, desde el lado más conservador, pertenecen a don Víctor Andrés Belaúnde, intelectual y político de la vieja oligarquía. Del positivismo y el agnosticismo pasó a profesar el catolicismo activo. Combatió las tesis marxistas de José Carlos Mariátegui y defendió la suya de que la nación peruana, la peruanidad, es impensable sin la religión católica, llegando a sostener que la herencia hispana es indispensable y determinante en la conformación del país. Planteó a los católicos actuar partidariamente en la vida del país, creando así la política social cristiana. Sobre esta base de ideas se fundó la Democracia Cristiana y, desprendida de ésta, el Partido Popular Cristiano como tendencia más conservadora y hoy neoliberal. Esta ideología católica también se ha expresado en la acción política de José Luis Bustamante y Rivero y en el propio Fernando Belaúnde Terry.

 

e) Pradismo y Odriísmo. Aun cuando carecen de ideas políticas distintivas, los menciono como expresiones del caudillismo más vacío que impulsan las clases dominantes para la defensa de sus intereses.

 

f) El Belaundismo y su ideología desarrollista. Representa la emergencia de la burguesía industrial – financiera de los 50 y su necesidad de adaptarse al nuevo contexto de la economía internacional que se desarrolla después de la Segunda Guerra Mundial: el keynesianismo y el Estado del Bienestar: Belaúnde se guía por ideas simples pero con un contenido pragmático en su presentación: la cooperación de raigambre ancestral, el protagonismo del pueblo en la construcción de obras públicas, los símbolos del trabajo como la lampa, la peruanidad de la que tanto hablo su tío Víctor Andrés, la integración física del país a través de proyectos viales de gran tamaño. Por su compromiso de clase con la vieja oligarquía en crisis, no supo liquidar a ésta y abrir paso definitivo a la burguesía industrial / financiera. No llegó ni a aprobar una reforma agraria de distribución de la tierra a quien la trabaja. Acción Popular forma parte hoy de las fuerzas neoliberales.

g) El Reformismo Burgués "ni capitalista ni comunista". La frase entrecomillada expresa la idea de la "tercera vía" que busca un sistema social que rechaza la alternativa socialista y que, supuestamente, se aleja también del capitalismo. ¿Cuál es? Nada menos que la "democracia social de participación plena". Este planeamiento correspondió a la dictadura militar velasquista que tomó el poder el 3 de Octubre de 1968 y que cayó en 1975 con el golpe de Morales Bermúdez. El proyecto económico – social correspondía a la estrategia de la Alianza para el Progreso de los 60, en lo externo; en lo interno, buscó desarrollar un capitalismo de Estado a favor de la burguesía industrial financiera. Para los liberales conservadores, el reformismo burgués del velasquismo era comunismo y lo combatió. Para ciertos grupos políticos e intelectuales progresistas, era una alternativa que podía marchar a un proceso de cambio social radical, y lo apoyaron. Era la "revolución posible" que debía "empujarse" para avanzar. Las ideas que el reformismo de esos años enarboló se relacionaban con el nacionalismo, la soberanía, la democracia participativa, el latinoamericanismo y el tercermundismo y un populismo dirigido por una cúpula civil – militar. Pero carecía de una definición programática avanzada como para que las reformas y los postulados conduzcan a la construcción de una economía y un Estado nuevos. El resultado fue el fracaso de esta experiencia reformista. A la larga, el país se insertó en la nueva estrategia del capitalismo internacional y el objetivo imperialista de contener los movimiento sociales revolucionarios. Su fracaso se evidencio desde 1973 y luego su desmontaje desde 1975.

 

2.2. IDEAS Y FUERZAS POLÍTICAS SOCIALISTAS.

Mientras que las ideas políticas de los liberales eran tributarias de un liberalismo burgués trasplantado a un país históricamente atrasado y mediatizado por los estrechos intereses de unas clases dominantes carentes de un rumbo auténticamente burgués y atadas al "colonialismo supérstite" (J.C. Mariátegui), las ideas socialistas en el Perú nacieron como antagónicas a aquéllas.

Las ideas socialistas son introducidas en el Perú cuando la clase obrera y el movimiento estudiantil, así como sectores campesinos importantes (Ancash, Puno, Costa Norte , Valles de Lima, Cuzco) habían ya confrontado con el poder oligárquico. Sobre todo la lucha de la clase obrera abonó el terreno para que las ideas socialistas avanzaran en la creación de la conciencia de clase proletaria.

Entre 1917 y 1930 el socialismo internacional se desarrollaba como alternativa viable frente al capitalismo imperialista. En numerosos países de América Latina y Asia se fundaron, entre 1920 y 1930, partidos comunistas. En tal escenario nacional e internacional aparece la figura egregia de José Carlos Mariátegui con su proyecto de fundar el socialismo en el Perú.

 

a) El socialismo de José Carlos Mariátegui.

En efecto, corresponde al "Amauta" José Carlos Mariátegui el mérito de aplicar creadoramente el marxismo al análisis de la realidad peruana de esos momentos, concentrando su gran pericia intelectual en 7 problemas y sus interrelaciones con la estructural semifeudal y semicolonial del país, características que se prolongarán hasta el medio siglo XX. Las ideas de Mariátegui carecen de ambigüedades, de eclecticismo. Son militantemente socialistas, convictas y confesas como él se definía. ¿Cómo podemos resumir las ideas socialistas que formulo Mariátegui para hacer viable la revolución en el Perú? Intentemos.

 

1) Las clases dominantes carecen de capacidad histórica para crear un orden nuevo en el país. El propio capitalismo, en el plano internacional y nacional, está incapacitado para esa gran tarea del futuro;

 

2) Las tareas democráticas y nacionales no resueltas hasta hoy corresponden a la clase obrera en un proceso revolucionario que conduzca al socialismo;

 

3) La creación del socialismo en el Perú sólo puede y debe entenderse como la creación heroica del pueblo, sin calco ni copia, una tarea de originalidad y no de seguidísimo, ni dogmatismo;

 

4) La clase obrera es la directriz de la lucha por el socialismo, la fuerza principal, y para que cumpla esa misión debe organizarse como clase en el partido revolucionario, sin descuidar el frente único y la alianza con el campesinado;

 

5) La clase obrera no sólo debe luchar por las conquistas económicas, sino también, y principalmente, por un nuevo orden social, el socialismo y el comunismo;

6) El dilema de nuestro tiempo es capitalismo o socialismo, dejando clara su oposición a la alternativa socialdemócrata de Haya de la Torre y de toda la socialdemocracia que hoy plantea la "tercera vía" ;

 

Fiel a estos postulados, Mariátegui se dedicó intensamente, desde 1923 hasta su muerte (1930), a educar a la clase obrera mediante conferencias y, sobre todo, la edición de "Amauta" y "Labor"; a la vez que a organizar a los obreros y campesinos. Fundó la Federación de Yanaconas, la CGTP y el Partido Comunista del Perú, cuya trayectoria no siempre ha obedecido a las orientaciones primigenias que les imprimiera el " Amauta". El sectarismo, el dogmatismo, el economicismo, las desviaciones de derecha e izquierda, cuando no la abierta traición a los postulados revolucionarios, truncaron, en gran parte, el avance de la lucha revolucionaria por la Democracia Popular y el Socialismo. Hubo quienes, incluso, para mutilar el lado marxista revolucionario, pretendieron vender un supuesto "mariateguismo". En lo fundamental, el ideario socialista de Mariátegui sigue vigente. Su vida y obra son paradigmas a seguir.

 

b) El trotzkismo. Aunque en oposición al marxismo-leninismo, el trotzkismo se sitúa en la lucha anticapitalista y antiimperialista. Su postulado e interpretación de la "revolución permanente", que no tiene en cuenta la unidad obrero-campesina y la lucha democrática, alejó a León Trotzki de Lenin y luego de Stalin. Lo que hoy es el Trotskismo carece de la fuerza de antaño, salvo en Francia, donde se ha convertido en una fuerza electoral importante. El Trotskismo reduce su lucha a la estrategia del socialismo y su táctica desprecia las políticas de alianzas con las clases y sectores que sufren la explotación capitalista. De allí que, incluso cuando vivía León Trotzki, el trotzkismo no consiguió, en ningún país, constituirse en fuerza revolucionaria gravitante, mucho menos sentó raíces en la base obrera. Su influencia se ha circunscrito a reducidas capas de la pequeña burguesía. En el Perú el Trotskismo data de 1956 al fundarse POR-T ( Partido Obrero Revolucionario Trotskista), que salió de un POR anterior. Luego, en 1971, apareció el POMR, procedente de una división interna de VR ( Vanguardia Revolucionaria), y la LC ( Liga Comunista) en el mismo año de 1971. En 1974 se fundó el actual PST ( Partido Socialista de los Trabajadores) con Hugo Blanco, quien emigró en la década de los 90 al PUM para luego regresar al PST. Lo que diferencia a cada facción trotskista es el centro internacional del cual depende.

 

c) APRA Rebelde-MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria). El APRA Rebelde surge en 1959 como consecuencia del rompimiento de un importante grupo de jóvenes apristas con el Partido Aprista Peruano, cuando éste quitó su apoyo a la Revolución Cubana. El grupo rebelde, bajo el liderazgo de Luis de la Puente Uceda, se adhirió a la Revolución de Fidel Castro y asumió el modelo de la guerra de guerrillas para la toma del poder. Esta opción llevó a los rebeldes a fundar una organización más definida revolucionariamente, el MIR y prepararse para iniciar la guerra revolucionaria. Sus planteamientos programáticos eran antiimperialistas y antifeudales con una proyección socialista definida. Su lucha guerrillera se dio entre 1965 y 1966, con un desenlace de derrota total. Se considera que el MIR pretendió aplicar en el Perú la teoría del " foco guerrillero" ( foquismo), expuesto por el intelectual francés Regis Debray en su libro-manual "Revolución en la Revolución", lo que fue considerado, posteriormente, como una interpretación subjetiva y voluntarista de la guerra de guerrillas que llevó al triunfo a Fidel Castro y al Che Guevara en Cuba. Después de la derrota de 1966, el MIR siguió existiendo en pequeños núcleos y con definiciones por etapas, siendo la última el MIR-IV Etapa. Cuando se forma el MRTA los cuadros miristas se pliegan a esa organización guerrillera, culminando su ciclo final. El dirigente principal, Luis de la Puente Uceda, ha legado, en el plano teórico, una propuesta revolucionaria de Reforma Agraria, elaborada como tesis para graduarse como Abogado en la Universidad Nacional de Trujillo.

 

d) El Frente de Liberación Nacional (FLN). Fundado en 1963 por el General (t) César Pando Egúsquiza y el Dr. Ángel Castro Lavarello, enarboló las banderas antiimperialistas y nacionalistas, concentrando su lucha en la recuperación de nuestra riqueza petrolera de manos de la IPC, monopolio yanqui que dominó este recurso natural peruano desde 1922. Este movimiento participó en las elecciones generales de 1963 con escasos resultados. Posteriormente, en alianza con el PCP-PR y el VR-PC, fundó el UNIR en 1979, participando en las elecciones generales de 1980. En la actualidad, realmente ya no existe.

 

e) El Partido Comunista Peruano (PCP) "Unidad" ( por el título de su periódico "Unidad" que ya no se edita). Es el nombre que adoptó, luego de la muerte de José Carlos Mariátegui, el Partido Socialista que él fundara en 1928. El PCP- "U" heredó directamente los planteamientos del "Amauta", pero en su práctica política se alejó de ellos. Primero, desviándose hacia el "izquierdismo" y el sectarismo, pero sobre todo alejándose de la realidad peruana, sin esforzarse por crear, en el fragor de la lucha y en la aplicación teórica del marxismo, un partido revolucionario para la revolución en el Perú. Al contrario, tergiversando el significado del internacionalismo proletario, se adaptó a la línea de la III Internacional que propugnaba la lucha de " clase contra clase", al margen de las peculiaridades de la lucha de clases en el Perú. Esta desviación aisló al PCP de las masas y dejó al APRA y al sanchecerrismo todo el espacio para atraer a la clase obrera, al campesinado y al pueblo en general. Fue una línea seguidista y liquidadora. Desde la década del 40, sin embargo, se produjo una desviación de signo opuesto: el derechismo, la conciliación con la dictadura de Manuel Prado Ugarteche. Continuando con la política del seguidismo a la III Internacional, el PCP aplicó aquí mecánicamente la política soviética de la alianza con los EE.UU. para derrotar al Nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. La política de conciliación se afianzó tanto que para los dirigentes de aquel partido ya no tenia sentido preparase para la revolución, sino supervivir como partido adaptado a la legalidad burguesa, aunque para las clases dominantes el PCP era un peligro permanente, por lo que la dictadura de Odría persiguió a los dirigentes y militantes comunistas, como ocurrió con el APRA . Más tarde, a partir de los 60, la desviación de derecha se hizo más patente al asumir como línea oficial el revisionismo del PCUS ( Partido Comunista de la Unión Soviética). Esta situación se hizo insostenible para la Juventud Comunista de aquellos años. Se desató la lucha interna y en 1964 se produjo el rompimiento con la dirigencia revisionista encabezada por Jorge del Prado. Desde la muerte de José Carlos Mariátegui hasta 1964, pues, no hubo en el PCP nuevos aportes en el desarrollo de la tesis revolucionarias de fundador. Mucho menos un intento serio por preparar y dar inicio a la lucha revolucionaria.

 

f) Partido Comunista Peruano "Bandera Roja"(PCP-"BR", "BR" por el nombre de su periódico "Bandera Roja"). Fundado por la Juventud Comunista que se enfrentó a la antigua dirigencia del PCP- "U" en 1964, adoptó una línea "izquierdista" y campesinista, además de seguidismo de la experiencia revolucionaria china y albanesa. El PCP- "BR" retomó la importancia de la fuerza campesina en la revolución democrática nacional y su rumbo socialista, pero exageró esa importancia y minimizó el carácter proletario del partido y el papel de la clase obrera en la dirección y la hegemonía. El PCP- "BR", significando un avance como lucha contra el revisionismo que se queda en el PCP- "U", tenia serias limitaciones por su populismo campesinista. Por lo cual, un sector de militantes rompió con la Jefatura y con la propia organización, fundándose dos fuerzas revolucionarias con sus propios planteamientos: el PCP – "SL" (Partido Comunista Peruano "Sendero Luminoso", por un lema que aparecía en su periódico: "por el Sendero Luminoso de José Carlos Mariátegui") y el PC del P-"PR" (Partido Comunista del Perú "Patria Roja", por el nombre de su periódico "Patria Roja"). Esto ocurrió en 1968.

 

g) Partido Comunista Peruano "Sendero Luminoso". Partido que dogmatizó los aportes marxistas – leninistas del pensamiento de Mao tse – tung y la propia experiencia de la revolución china. La visión de la realidad peruana de los 70 seguía siendo, para el PCP –"SL", igual a la analizada por José Carlos Mariátegui. Sus fundamentos no estaban en la realidad sino en las extensas citas de Mao. Fue tanto su dogmatismo que inventaron el Marxismo-Leninismo–Maoísmo, para luego agregarle "pensamiento Gonzalo" (nombre de combate de Abimael Guzmán Reinoso). Otra de sus expresiones de dogmatismo fue su concepción metafísica de la violencia, no como una de las formas de lucha revolucionaria, sino como la única, hasta convertir a la violencia en una categoría absoluta. Su campesinismo es otra de sus características, concordante con la semifeudalidad que siguen viendo en el Perú actual. Las consecuencias de su práctica están a la vista: violentísimo militarista y terrorismo puro, por tanto, abandono de la lucha política de masas y de alianzas. Esta desviación "izquierdista" les llevo a plantear, en la "Entrevista del Siglo", la militarización no sólo del partido sino de la sociedad futura.

 

h) Partido Comunista del Perú "Patria Roja" (PC del P "PR"). Fundado en las mismas circunstancias del PCP-"SL", esta organización asumió los planteamientos centrales de Mariátegui: la lucha por la culminación de las tareas democráticas y nacionales y la marcha ininterrumpida al socialismo, como un solo proceso de continuidad; el papel dirigente de la clase obrera en todo el proceso de la revolución; la necesidad del frente único revolucionario y las formas de lucha revolucionarias; la dictadura del proletariado en la construcción del socialismo y el tránsito al comunismo; y la necesidad de construir la alianza obrero – campesina bajo hegemonía de la clase obrera. El PC del P-"PR" se preocupó por asimilar la teoría de la guerra revolucionaria del campo a la ciudad de Mao tse – tung. Ha promovido la creación de la democracia directa de masas en sus formas de Frentes de Defensa, Asambleas Populares y la Autodefensa de Masas como pre –figuraciones del poder popular a conquistar. Sin embargo, el PC del P-"PR" no estuvo liberado de desviaciones y prácticas seguidistas, sectarias y dogmáticas, así como tendencias derechistas, lo que han producido luchas internas en determinados momentos. A diferencia de la demás fuerzas de la izquierda peruana, el PC del P "PR", no ha dudado en mantener su carácter marxista-leninista en las circunstancias más difíciles para el movimiento comunista internacional y cuando la mayoría, en realidad todas, de las demás fuerzas de izquierda, cambiaron su identidad política, renegaron de su ideología y se inclinaron ante la ideología neoliberal imperante.

 

i) Vanguardia Revolucionaria (VR). Fue una organización fundada en 1964 por un grupo de izquierdistas no marxistas-leninistas. Su programa configura un reformismo radical con mucha incidencia en las organizaciones campesinas, sin dejar de lado a los trabajadores asalariados. Más que un partido, VR ha sido un frente revolucionario de diversas tendencias ideológicas, con la hegemonía de un sector reformista radical. Muchos de sus principales militantes han profesado el catolicismo de la Teología de la Liberación con posturas anticomunistas. De su seno han salido: Vanguardia Revolucionaria Política Militar (VR –PM) en 1971, Partido Comunista Revolucionario (PCR) en 1974 y Vanguardia Revolucionaria Proletario Comunista (VR –PC) en 1977. VR se autodisolvió al fundarse, en la década de los 80, el Partido Unificado Mariateguista, buscando desarrollar el legado de José Carlos Mariátegui pero sin asumir los planteamientos centrales del marxismo, especialmente la hegemonía y la dictadura del proletariado. En el momento actual (2002), los mismos dirigentes pumistas (hoy ex-pumistas) han fundado el Partido Democrático Descentralista (PDD), pero con una ideología abiertamente reformista liberal.

 

j) La Izquierda Unida (IU). fundada por el conjunto de partidos y movimientos de izquierda en 1980, bajo la presidencia del Dr. Alfonso Barrantes Lingán. Su lema decía "Justicia, Paz y Vida" y su única actividad fue la lucha electoral. En el proceso de su I Congreso (1987) se generaron serias contradicciones programáticas que derivaron en división y posterior autodestrucción, hasta llegar a las elecciones del año 90 con dos candidaturas y en 1995, con una candidatura apoyada por sólo tres fuerzas que quedaban. Ya no existe.

 

k) La Unidad Democrática Popular ( UDP). fundada a principios de los 80 con postulados reformistas radicales como programa y el anarquismo como ideología. Era la conjunción de tendencias anarquistas. Sus principales militantes y dirigentes convergieron en el MRTA. Ya no existe.

 

l) El MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru), cuya aparición en 1986 se realizó como movimiento guerrillero. Su programa fue de reformas y su forma de lucha fundamental la guerra de guerrillas. Este reformismo armado combinó la lucha política de masas con la lucha armada, aunque no lo logró aglutinar ni comprometer a importantes sectores populares, salvo en San Martín y Ucayali a través de la lucha popular en los frentes de defensa. Su militancia y cuadros fundamentales procedían del trotzkismo (Serpa Cartolini), del catolicismo de la Teología de la Liberación, del MIR IV Etapa, del APRA y de otros pequeños movimientos como Pueblo en Marcha. Su lucha armada tuvo como último episodio importante el asalto y posterior sangriento develamiento de la casa del embajador del Japón el 17 de diciembre de 1996 y el 23 de abril de 1997, respectivamente. El MRTA existe todavía.

 

m) En 1995 se fundó el Movimiento Nueva Izquierda, bajo el impulso del PC del Perú "Patria Roja" y algunos sectores de izquierda, como un proyecto de recuperar la unidad de la izquierda peruana, sin descartar la participación electoral. En este año 2002, con el mismo objetivo, se ha constituido la Coordinadora de Izquierda. En ambos casos es aún prematuro avizorar su futuro.


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sábado, 19 de octubre de 2013

Carlos Rojas Galarza en Presentación del libro del Prof. José Ramos Bosmediano


 

Colegas:
 
Por una cordial invitación del Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Trujillo, Dr. Alberto Moya Obeso, estaré en el Primer Seminario Internacional de Educación "PENSAR,SENTIR HACER para SER", que servirá de marco para presentar el libro de quien fuera el querido e inolvidable ex-dirigente nacional del CEN del SUTEP, profesor José Ramos Bosmediano; libro titulado "Fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire" que (inicialmente fue la tesis de Bachillerato de Educación sustentada por Pepe) en la Universidad Nacional de Trujillo. Será el martes 29 del presente.
 
Manifiesto mi agradecimiento al Dr. Moya por el privilegio de haber sido encargado de tan noble tarea.
 
Atentamente,
 
              Carlos Rojas Galarza
     Decano del Colegio de Profesores
             de Lima Metropolitana
 
 

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martes, 15 de octubre de 2013

UNT: PRESENTACIÓN DEL LIBRO "FUNDAMENTOS DE LA PEDAGOGÍA DE PAULO FREIRE

De: ALBERTO SANTIAGO MOYA OBESO <amoyaobeso@hotmail.com>

Al magisterio nacional: 

 Como un reconocimiento a José Ramos Bosmediano, importante pensador de la educación , dirigente sindical   magisterial dos veces Secretario General Nacional del SUTEP y  luchador social por  una patria   sin explotados ni explotadores. Y como política de rescate de  las  investigaciones inéditas de uno de los exalumnos más valiosos de la Facultad de Educación y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Trujillo, se presentará el  libro "Fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire" publicado por la Editorial Universitaria de la UNT (inicialmente tesis de Bachiller en Educación sustentada por  José Ramos Bosmediano en 1971 en nuestra Universidad) en el  Primer Seminario Internacional de Educación "Pensar, Sentir, Hacer para SER" que se realizará en la ciudad de Trujillo los días 28 al 31 de octubre del año 2013 y que organiza la Facultad de Educación y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Trujillo.    

En mi calidad de Decano de la Facultad de Educación y Ciencias de la Comunicación de la Universidad  Nacional de Trujillo invito al  magisterio nacional y al estudiantado universitario  a participar  de este Seminario Internacional y al acto de Presentación del libro  de José Ramos Bosmediano, que formará parte de la programación de las actividades académicas de este evento .

                                                                 Dr. Alberto Moya Obeso

DECANO DE LA FACULTAD DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO


martes, 28 de mayo de 2013

UNT,1971: CARATULA DE TESIS PARA OPTAR EL GRADO DE BACHILLER EN EDUCACIÓN

Carátula de tesis para obtener el grado de bachiller en Educación, del Prof. José Ramos Bosmediano.


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